Este 2 de octubre, la Ciudad de México volvió a ser escenario de la tradicional marcha en memoria de la masacre estudiantil de 1968. Organizada por el Comité 68 Pro Libertades Democráticas, junto con colectivos estudiantiles, sobrevivientes, familiares de víctimas y organizaciones como la CNTE y la 28 de Octubre, la manifestación partió desde la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco rumbo al Zócalo capitalino.
A lo largo de Eje Central, Reforma y Madero, miles de voces corearon “¡2 de octubre no se olvida!”, exigiendo justicia histórica, el cese de la represión estudiantil actual y respuestas ante la crisis de desaparecidos en México.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de la Ciudad de México, encabezada por Pablo Vázquez, desplegó un amplio operativo con vallas metálicas, cierres en estaciones del Metro y miles de policías para proteger edificios clave y contener posibles disturbios.
Sin embargo, la tensión estalló poco antes de las 18:00 horas cuando un grupo de aproximadamente 200 personas del denominado Bloque Negro irrumpió en el contingente pacífico.
Encapsulamientos, fuego y golpes en el Centro Histórico
Encapuchados vestidos de negro comenzaron a lanzar piedras, petardos y bombas molotov contra elementos de la policía y edificios públicos. También realizaron pintas, saqueos menores y agredieron verbalmente a los elementos de seguridad, llamándolos “cerdos”, mientras intentaban golpear herrerías para provocar respuesta.
La dependencia capitalina respondió con encapsulamientos y un despliegue de extintores para contener los focos de fuego. Aunque inicialmente no se utilizó gas lacrimógeno, videos difundidos en redes muestran humo y uso de pelotas de goma.
Entre la multitud dos elementos de la policía capitalina fueron golpeados por varios manifestantes enardecidos que se encontraba en la plancha del Zócalo capitalino; este hecho obligó que la policía se replegara hacía la calle 5 de mayo.