Óscar Giovanni “N”, de 31 años y conocido como “El Topo” o “El Renato”, fue detenido el pasado 26 de septiembre por elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de la Ciudad de México en la avenida Eduardo Molina, colonia Constitución de la República, en la alcaldía Gustavo A. Madero. Durante su arresto, se le decomisaron varias dosis de droga (presunta cocaína, cristal y marihuana), dinero en efectivo y un teléfono celular.
Inicialmente, fue acusado por posesión de narcóticos con fines de distribución, pero las investigaciones de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México lo vinculan directamente con La Unión Tepito, grupo criminal con operaciones en Tepito, Morelos y el Centro Histórico, dedicados al narcomenudeo, extorsión, secuestros y control territorial.
Este 2 de octubre, un juez de control lo vinculó a proceso por delitos de delincuencia organizada y contra la salud en la modalidad de comercio. Permanecerá en prisión preventiva en el Reclusorio Oriente mientras continúan las investigaciones. Según la fiscalía, Mata operaba como un enlace de bajo perfil de Roberto Moyado Moreno, alias “El Manzanas”, uno de los líderes principales de La Unión.
La sombra de Sandra Cuevas
Más allá de su rol criminal, el ahora vinculado a proceso fue funcionario público en la administración de Sandra Cuevas, exalcaldesa de Cuauhtémoc (2021–2024), con quien presuntamente mantuvo una relación sentimental breve. Fue director de Coordinación Territorial Interna y tuvo a su cargo colonias como Morelos, Ex Hipódromo y Peralvillo.
Fotos y videos difundidos por el periodista Carlos Jiménez (@c4jimenez) los muestran juntos en eventos, intercambiando gestos afectivos y obsequios. Incluso se ha destacado el tatuaje de Mata con el logo de Diamond Group, empresa ligada a Cuevas.
No es la primera vez que Cuevas es vinculada a presuntos criminales: también aparecen en su entorno excolaboradores como “El Choko” y “El Toño”, ambos detenidos por extorsión y secuestro. Mientras tanto, las investigaciones sobre los nexos entre política y crimen organizado siguen abiertas.