Inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) reportaron bombardeos de artillería a escasa distancia de la planta nuclear de Zaporozhie, la más grande de Europa, por lo que consideró que la seguridad de toda la región podría estar en juego.
Según comunicados oficiales, el equipo del OIEA presente en el sitio escuchó múltiples rondas de proyectiles entrantes y salientes en las cercanías del complejo. La propia central informó que dos proyectiles impactaron apenas 1.25 km del perímetro del emplazamiento.
Este ataque se suma a una crisis energética que ya amenaza la operación segura de la planta: desde hace casi dos semanas, Zaporozhie está sin suministro eléctrico externo, lo que obliga al uso de generadores de emergencia para mantener el enfriamiento de los reactores y demás sistemas críticos.
Aumentan riesgos de incidente nuclear
Rafael Grossi, director general del OIEA, advirtió que estas condiciones aumentan los riesgos de un accidente nuclear. Subrayó que la planta, aunque no produce electricidad en este momento, sigue requiriendo energía continua para garantizar su estabilidad.
El conflicto entre Rusia y Ucrania ya ha convertido al complejo de Zaporozhie en un escenario permanente de riesgo. Desde 2022, la instalación está bajo control ruso, mientras que ambos bandos se acusan mutuamente de arrojar fuego cercano y sabotear líneas eléctricas.
El OIEA mantiene una misión de observación en el lugar, pero su margen de acción es limitado en un contexto con combates activos. El organismo demanda la creación de una zona desmilitarizada alrededor de la planta y el cese inmediato de bombardeos cerca de zonas nucleares sensibles.
¿Qué consecuencias podría traer un ataque directo a la planta?
Las implicaciones de un ataque directo no solo afectarían a Ucrania o Rusia, sino que podrían tener consecuencias transfronterizas: contaminación radiactiva, evacuaciones masivas y una crisis ecológica. Europa observa con inquietud.
Para salvar la planta de la catástrofe, los expertos coinciden en que se necesita restaurar cuanto antes el suministro eléctrico externo, garantizar el acceso seguro al sitio y lograr que todas las partes en conflicto respeten el carácter pacífico e inviolable de la infraestructura nuclear.