El nuevo Premio Nobel de Química 2025, Omar M. Yaghi, recibió la noticia de su galardón mientras estaba sentado en un avión a punto de despegar. La llamada fue realizada por Adam Smith, editor científico de NobelPrize.org, quien le pidió unos minutos para grabar una breve entrevista.
“Claro, estoy en un vuelo y estamos por salir, pero sí, encantado de hablar mientras dure la conexión”, respondió Yaghi entre risas.
Apenas unos segundos después, Smith le preguntó cómo se sentía al conocer la noticia. Su respuesta fue tan directa como sincera:
“Asombrado, encantado, abrumado. Es especial en muchos sentidos.”
De una habitación compartida con ganado al máximo reconocimiento científico
Durante la conversación telefónica, Yaghi recordó su origen humilde en Amán, Jordania, donde creció en una familia de refugiados sin acceso a la educación formal: “Crecí en un hogar muy humilde; éramos una docena de personas en una sola habitación, compartida con el ganado que criábamos”, relató.
“Nací en una familia de refugiados y mis padres apenas sabían leer y escribir. Creo que mi padre terminó sexto de primaria y mi madre no sabía leer ni escribir.”
El químico subrayó que su historia demuestra el poder transformador de la educación y la ciencia: “La ciencia es la mayor fuerza igualadora del mundo. El talento existe en todas partes; solo hay que darle la oportunidad de florecer.”
Un niño curioso que se enamoró de las moléculas
Yaghi también recordó el momento que despertó su vocación. De niño, logró colarse en la biblioteca de su escuela —que permanecía cerrada la mayor parte del tiempo— y tomó un libro al azar: “Lo abrí y vi unos dibujos de bolas y palitos. No sabía qué eran, pero me fascinaron. Después supe que eran moléculas.”
A partir de ese instante, decidió que quería entender cómo está hecha la materia y construir nuevas estructuras “por puro deseo de belleza”.
“No comencé tratando de resolver el problema del carbono o del agua; solo quería construir cosas bellas y resolver un problema intelectual.”
El científico que cambió la manera de construir materia
Décadas después, esa pasión lo llevó a desarrollar los marcos metal-orgánicos (MOF), materiales formados por iones metálicos y moléculas orgánicas que crean redes cristalinas porosas.
Estas estructuras funcionan como esponjas microscópicas capaces de capturar CO₂, filtrar contaminantes del agua, almacenar hidrógeno o incluso extraer agua del aire del desierto.
Yaghi comparte el Nobel con Susumu Kitagawa (Japón) y Richard Robson (Reino Unido/Australia), pioneros junto a él en el desarrollo de esta nueva arquitectura molecular. El comité destacó que su trabajo “ha creado nuevas habitaciones para la química” y ha abierto la posibilidad de diseñar materia a la medida de los grandes retos del siglo XXI.
Una visión de ciencia y humanidad
Durante la entrevista, Yaghi aprovechó para enviar un mensaje a los jóvenes: “No hace falta tener un gran plan. Basta con mirar a tu alrededor, pensar qué está hecho de qué, y profundizar. Cuanto más profundices, más belleza encontrarás.”
Cerró la llamada minutos antes de que la tripulación le pidiera apagar el teléfono, agradeciendo entre risas el honor y asegurando que lo celebraría… “cuando aterrice”.