La Cámara de Diputados aprobó, en lo general, el dictamen que reforma y adiciona diversas disposiciones a la Ley de Amparo, con 345 votos a favor, 131 en contra y tres abstenciones. La iniciativa, presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, busca modernizar el marco jurídico del juicio de amparo y fortalecer los mecanismos de defensa en materia fiscal y administrativa.
Durante la discusión en el Pleno, legisladores de todas las bancadas expresaron posturas encontradas. Diputados de Morena, PVEM y PT respaldaron la reforma, mientras que el PAN, PRI y Movimiento Ciudadano advirtieron riesgos para los derechos ciudadanos.
La morenista Mariana Benítez Tiburcio afirmó que el amparo “es una conquista del pueblo” y que con la reforma “se honra la tradición constitucional, no la traiciona”. Añadió que las modificaciones permitirán que el juicio de amparo siga su evolución jurídica “de más de 178 años”.

Oposición acusa retroceso en derechos ciudadanos
En contraste, el panista José Elías Lixa Abimerhi aseguró que la reforma “protege a los poderosos” y deja vulnerables a grupos sociales como comunidades indígenas, colectivos feministas y defensores de derechos humanos.
Desde el Partido del Trabajo, Reginaldo Sandoval Flores defendió el dictamen al destacar que promueve la digitalización de los procedimientos judiciales, la reducción de cargas procesales y una mayor transparencia.
El priista Rubén Ignacio Moreira Valdez calificó la reforma como “un adefesio” e “inconstitucional”, al advertir que podría vulnerar la presunción de inocencia y contradecir criterios de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre prisión preventiva.
Por su parte, Movimiento Ciudadano acusó que el proceso legislativo fue “violentado” y que la reforma “deja en desamparo a millones de mexicanos que no pueden pagar un abogado”.