La limpieza hospitalaria dejó de ser un servicio de apoyo para convertirse en un elemento esencial dentro de la atención médica. Mantener espacios higiénicos, seguros y funcionales no sólo previene infecciones, sino que mejora la experiencia de pacientes, familiares y personal de salud, afirman especialistas en el sector.
En México, diversas empresas dedicadas a la limpieza institucional han comenzado a profesionalizar sus procesos para cumplir con estándares de desinfección, sostenibilidad y servicio al cliente.
Lizeth Austria Guadarrama, representante legal de Lamap, su participación en el programa IMSS-Bienestar ha permitido mejorar las condiciones de limpieza en unidades médicas de Tlaxcala, Tabasco, Guerrero, Sonora, Baja California y Puebla. “Desde nuestro ingreso, el cambio ha sido evidente: los baños están limpios, hay papel, jabón y una mejor atención al detalle”, relató Austria Guadarrama.

“Queremos garantizar espacios limpios, pero también cuidar a quienes los mantienen en condiciones óptimas, brindándoles prestaciones, insumos adecuados y pago justo”, afirmó.
Además de priorizar la higiene y el bienestar del personal, la empresa busca implementar productos biodegradables y procesos sustentables, con el objetivo de reducir el impacto ambiental de sus operaciones y promover prácticas responsables dentro del sector salud.
La seguridad del paciente
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), mantener instalaciones hospitalarias limpias y seguras es una de las condiciones básicas para prevenir infecciones y garantizar la seguridad del paciente.
Lo que el organismo denomina “limpieza ambiental” se refiere precisamente a la higiene de los espacios donde se brinda atención médica, incluyendo pasillos, salas, quirófanos y baños. Este proceso, señala la OMS, contribuye directamente a la recuperación de los enfermos y a la protección del personal de salud.

La OMS subraya que la limpieza en hospitales no debe entenderse como una tarea auxiliar, sino como parte integral de la atención médica y del derecho universal a la salud, al mismo nivel que la atención oportuna, el diagnóstico o el tratamiento.