El joven Héctor “N”, uno de los sicarios implicados en el asesinato del abogado David Cohen Sacal, fue dado de alta del hospital tras recuperarse parcialmente de la herida que sufrió en el brazo durante su captura.
Agentes de la Policía de Investigación (PDI) lo esperaban a las afueras del nosocomio para cumplimentarle una orden de aprehensión por homicidio calificado.
De hospital a prisión
En imágenes difundidas por el periodista Carlos Jiménez, se observa el momento en que Héctor “N” abandona el hospital con el brazo vendado y sujetado con una férula, tras haber recibido un disparo por parte de un agente de la PDI el día del ataque.
El sicario fue trasladado de inmediato al reclusorio, donde quedó formalmente encarcelado por el delito de homicidio calificado en agravio del abogado Cohen Sacal, quien fue atacado a balazos el pasado 13 de octubre afuera de la Ciudad Judicial, en la colonia Doctores.
“Así salió del hospital Héctor Hernández. Así le quedó el brazo baleado por un agente de la @PDI_FGJCDMX”, informó Carlos Jiménez a través de su cuenta de X.
Herido por un agente de la PDI
Durante el ataque, el agente Víctor Manuel Velázquez Hernández, adscrito a la Fiscalía de Desaparecidos, enfrentó a los agresores y disparó contra Héctor “N”, logrando herirlo en el brazo y detenerlo en el lugar. Su intervención fue decisiva para impedir que los sicarios huyeran del sitio tras abrir fuego contra el abogado.
Héctor “N” confesó posteriormente que había sido contratado por un sujeto apodado “El Goofy”, quien le prometió 30 mil pesos por participar en el asesinato. De acuerdo con su testimonio, su tarea era vigilar la zona (“campanear”), mientras su cómplice, Donovan “N”, ejecutaba los disparos.
Sin embargo, el plan terminó con su detención, herida y encarcelamiento, sin recibir el pago prometido.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México confirmó que ya se cumplimentó la orden de aprehensión en su contra y que las investigaciones continúan para dar con el autor intelectual del crimen y con el sujeto apodado “El Goofy”, pieza clave en la planeación del asesinato.