El príncipe Andrés anunció hoy que renuncia a sus títulos reales, incluido el Ducado de York, luego de una conversación con su hermano, el rey Carlos III. En un comunicado breve pero contundente, declaró que las constantes acusaciones en su contra se habían convertido en una distracción para la Familia Real, por lo que decidió dar un paso más allá de su retiro público previo.
Aunque no ofreció disculpas ni detalles explícitos sobre las conversaciones internas, su decisión refleja que la situación era insostenible. Hasta ahora, el príncipe Andrés ya había sido apartado de funciones oficiales y había perdido cargos militares; ahora, incluso sus honores reales quedarán desligados.
No obstante, aunque deja de usar esos títulos, conserva su título de príncipe al haber nacido en la familia real británica. Se confirmó también que no pasará la Navidad en Sandringham con la familia real. Aun así, seguirá residiendo en su hogar en Windsor, la Royal Lodge, bajo un contrato privado vigente hasta 2078.
Sobre sus hijas, Princesa Beatriz y Princesa Eugenia, fuentes indican que mantendrán sus títulos reales a pesar del movimiento de su padre.
La renuncia se da en medio de un historial de controversias: el príncipe Andrés ha sido objeto de intensa escrutinio por sus vínculos con Jeffrey Epstein. Durante los últimos años, fue retirado como miembro activo de la realeza y excluido de eventos oficiales. Ahora, la decisión de perder títulos adicionales marca un punto simbólico más en su caída institucional.
A continuación un fragmento de su declaración oficial:
“En pláticas con Su Majestad y mi familia hemos concluido que las continuas acusaciones sobre mí distraen del trabajo de Su Majestad y la Familia Real. He decidido que ya no usaré mi título ni honores que me fueron conferidos.”
La noticia sacude los cimientos de la realeza británica: un príncipe que renuncia voluntariamente a sus títulos es algo prácticamente sin precedentes. Estaremos atentos a nuevas declaraciones y reacciones de la corona en los próximos días.