Bernardo Bravo Manríquez, presidente nacional de los limoneros y líder de la Asociación de Productores de Limón del Valle de Apatzingán, Michoacán, fue asesinado el lunes 20 de octubre, en un hecho que ha generado consternación entre productores agrícolas del país.
De acuerdo con los primeros reportes, el ataque ocurrió poco después de que Bravo participara en manifestaciones en las que exigió precios justos para el limón y denunció públicamente los actos de extorsión que desde hace meses afectan al sector agrícola en la región de Tierra Caliente.
El cuerpo sin vida del dirigente fue localizado en la orilla de una carretera, con aparentes huellas de tortura e impactos de arma de fuego; uno de ellos en la frente.
La Fiscalía General del Estado (FGE) de Michoacán confirmó que Bernardo Bravo fue encontrado sin vida a bordo de su vehículo, en el camino que conduce a la comunidad de Los Tepetates, en el municipio de Apatzingán.
A través de un comunicado difundido en redes sociales, la FGE informó que ya se realizan actos de investigación para esclarecer el homicidio y dar con los responsables. Personal de la Unidad Especializada en la Escena del Crimen acudió al sitio para realizar las diligencias correspondientes y trasladar el cuerpo al Servicio Médico Forense.
Bernardo Bravo era una de las voces más activas del sector limonero en Michoacán. En los últimos meses había encabezado movilizaciones y declaraciones en las que alertaba sobre las dificultades que enfrentan los productores de limón por los bajos precios del fruto y la violencia en la región.
Hasta el momento, las autoridades no han informado sobre personas detenidas ni posibles líneas de investigación relacionadas con el crimen.