Las cámaras captaron este martes 21 de octubre un momento que ya pasó a la historia política de Francia: Nicolas Sarkozy, expresidente del país entre 2007 y 2012, ingresó a la prisión de La Santé para cumplir una condena de cinco años, tras ser declarado culpable de conspiración criminal en un caso vinculado con el presunto financiamiento de su campaña de 2007.
El exmandatario, acompañado de su esposa Carla Bruni, caminó en silencio entre una multitud de reporteros y simpatizantes que lo siguieron hasta la entrada del centro penitenciario. La escena, transmitida en vivo por cadenas internacionales como Sky News, muestra a Sarkozy serio, cabizbajo y visiblemente tenso, mientras un enjambre de cámaras registraba cada paso de su entrada a la cárcel.
Un expresidente tras las rejas
La condena, emitida por un tribunal de París, marca un hecho sin precedentes: es la primera vez que un expresidente moderno francés cumple prisión efectiva. Sarkozy fue hallado culpable de participar en una red de corrupción y tráfico de influencias, aunque fue absuelto del cargo de recibir fondos ilegales del régimen libio de Muammar Gaddafi.
El fallo judicial, confirmado semanas atrás, ordenó su encarcelamiento inmediato pese a que su defensa aún mantiene una apelación en curso. Las autoridades penitenciarias confirmaron que el exmandatario fue ingresado en régimen de aislamiento, por motivos de seguridad.
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“Soy inocente”: la carta que incendió las redes
Minutos antes de su ingreso, Sarkozy publicó una carta en su cuenta oficial de X (antes Twitter), en la que se declara inocente y denuncia una “venganza judicial” en su contra.
“No es un antiguo presidente al que se encierra, sino a un inocente”, escribió.
También aseguró que su caso representa un “escándalo judicial” que lo persigue desde hace más de una década y que Francia está siendo “humillada” por el odio político.
“La verdad triunfará. Pero el precio a pagar ha sido aplastante”, concluyó el mensaje, que superó 10 millones de visualizaciones en menos de seis horas.
Confusión y debate internacional
La condena fue reportada de manera desigual por distintos medios. Mientras algunos informaron erróneamente que fue encarcelado por “recibir dinero de Gaddafi”, agencias como Reuters y The Guardian precisaron que el tribunal lo declaró culpable de conspiración criminal, pero no de financiamiento ilegal.
En redes sociales, el momento provocó un fuerte debate: algunos usuarios calificaron el encarcelamiento como “un ejemplo de justicia sin privilegios”, mientras que otros lo consideraron “una humillación política y mediática”.
Su esposa, la cantante Carla Bruni, fue vista caminando a su lado en todo momento, en lo que muchos interpretaron como un gesto de respaldo público.
Un golpe a la derecha francesa
Sarkozy, quien todavía mantenía influencia en los sectores conservadores de Francia, ve así desmoronada su figura política.