Este 28 de octubre, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó al ejército realizar “ataques contundentes e inmediatos” en la Franja de Gaza. Esta decisión se produjo tras una reunión de seguridad con su gabinete, en la que se discutió una presunta violación del alto el fuego mediado por Estados Unidos, que había entrado en vigor el 10 de octubre.
Netanyahu acusa a Hamás de violar el alto el fuego
El gobierno israelí sostiene que Hamás incumplió el acuerdo al entregar restos humanos que no corresponden a ninguno de los 13 rehenes israelíes aún no localizados.
Además, se reportó un ataque a tropas israelíes en Rafah, al sur del enclave, por parte de “agentes terroristas”, según medios israelíes, lo que provocó una respuesta armada de las fuerzas de Israel. En este contexto, Netanyahu afirmó: “Tras consultas de seguridad, el Primer Ministro Netanyahu ordenó al ejército que lleve a cabo inmediatamente ataques contundentes en la Franja de Gaza”.
Este incidente recuerda a otro ocurrido el 19 de octubre, cuando un ataque sorpresa de miembros de Hamás derivó en una ofensiva israelí que provocó más de 30 muertos en Gaza. En esa ocasión, Israel lanzó 153 toneladas de bombas.
Repercusiones humanitarias y diplomáticas
La intensificación de las hostilidades ha tenido un impacto devastador en la población civil de Gaza. Según el Ministerio de Salud de Gaza, más de 68,500 palestinos han muerto desde el inicio del conflicto, una cifra que Israel disputa. Además, se han reportado complicaciones logísticas en el cruce de Rafah, dificultando los esfuerzos de recuperación de los cuerpos de los rehenes.
A nivel diplomático, la reanudación de las hostilidades podría complicar los esfuerzos internacionales para mediar en el conflicto y alcanzar una solución duradera.

