El certamen Miss Universo 2025 continúa en el centro de la controversia tras el enfrentamiento entre la representante mexicana, Fátima Bosch, y Nawat Itsaragrisil, directivo tailandés vinculado al comité anfitrión.
Mientras las críticas por el trato recibido por la concursante mexicana seguían creciendo, se dio a conocer la organización de una cena privada encabezada por Itsaragrisil con diez modelos seleccionadas mediante votación pública, lo que ha generado cuestionamientos sobre ética y favoritismo dentro del concurso.
“Cena privada” y respuesta oficial
A través de la cuenta oficial de Miss Universe Thailand, se lanzó una convocatoria para elegir —por medio de reacciones en Facebook e Instagram— a las diez participantes que acompañarían a Nawat Itsaragrisil en una “Cena y charla especial”, patrocinada por una marca de cosméticos.
La actividad fue presentada como una oportunidad exclusiva para las candidatas más votadas, aunque su carácter informal y la cercanía con la polémica por el trato a Bosch provocaron críticas inmediatas en redes sociales.
Ante esto, la Organización Miss Universo (MUO) emitió un comunicado firmado por su presidente, Raúl Rocha Cantú, reafirmando que “solo las etapas oficiales de evaluación determinarán los resultados” y que las delegadas “no deben ser utilizadas para disminuir su valor o dignidad”. La MUO reiteró su compromiso con la transparencia y la equidad hacia todas las participantes.
La polémica en torno a Fátima Bosch
El escándalo inició cuando Fátima Bosch reveló haber sido increpada públicamente por Itsaragrisil durante la ceremonia de entrega de bandas. “Me trató de tonta y me dijo cosas muy ofensivas”, declaró la mexicana, visiblemente afectada.
Tras el incidente, varias delegadas expresaron solidaridad y exigieron respeto para todas las participantes, aunque la situación podía en duda su permanencia. Pese a la tensión, Bosch ha decidido continuar en la competencia, asegurando que su propósito es representar a México con dignidad y fortaleza.

