La historia de Jazlyn Azuleth, la bebé que sobrevivió a la explosión de una pipa de gas LP en Iztapalapa, conmovió a miles de personas en todo el país. Este 7 de noviembre, tras semanas de tratamientos y cuidados intensivos, la pequeña fue dada de alta para continuar su recuperación en casa.
Su evolución médica ha sido descrita por los especialistas como “motivo de esperanza”. Aunque requerirá atención constante y rehabilitación, el hecho de que pueda regresar con sus seres queridos representa un milagro en medio del dolor que dejó la tragedia del pasado 10 de septiembre.
El sacrificio de doña Alicia: un acto de amor eterno
Entre los recuerdos más dolorosos de aquella explosión destaca el heroico gesto de Alicia Matías Teodoro, la abuelita de Jazlyn. En el momento del siniestro, Alicia cubrió a su nieta con su propio cuerpo para protegerla de las llamas, salvándole la vida.
Lamentablemente, Alicia falleció el 12 de septiembre, dos días después del accidente, a causa de las graves quemaduras sufridas. Su historia se transformó en un símbolo de amor incondicional y valentía, recordada con respeto por vecinos, familiares y ciudadanos de todo el país.
El camino hacia la recuperación
Tras el accidente, Jazlyn fue trasladada al Centro Médico Nacional Siglo XXI, donde se atendieron sus quemaduras de tercer grado en brazos, manos y piernas. Gracias al apoyo de la Fundación Michou y Mau, fue llevada a un hospital especializado en Galveston, Texas, donde recibió atención de alta especialidad.
Ahora, su regreso representa un poco de tranquilidad para su familia, quienes agradecieron el apoyo de la comunidad, médicos y organizaciones que acompañaron el proceso.

