El debate político en torno al asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, escaló este jueves a una confrontación directa entre la senadora Lilly Téllez y la activista Saskia Niño de Rivera. El intercambio de declaraciones, ocurrido en la red social X, rápidamente se volvió viral y polarizó opiniones entre simpatizantes y detractores de ambas figuras.
Todo comenzó después de que se difundiera un video del Senado donde Téllez grita “¡Viva Carlos Manzo!” desde su curul, en protesta por la falta de seguridad a funcionarios locales. En la grabación se observa que la legisladora pregunta antes a su compañero de bancada, Ricardo Anaya, si el nombre del alcalde asesinado era efectivamente Carlos Manzo, lo que provocó críticas y acusaciones de oportunismo.

La activista Saskia Niño de Rivera, reconocida por su labor en temas de justicia y su podcast Penitencia, reaccionó al clip con ironía: “Palera creo que le dicen a Lily”, escribió en X.
La expresión fue interpretada como una crítica a lo que consideró un acto político vacío o con fines mediáticos.
Téllez responde con dureza
La senadora panista no tardó en contestar y lo hizo directamente, arrobando a Saskia: “Mataron al asesino de Carlos Manzo, pero ya puedes preparar tu entrevista al asesino del asesino. Para que sigas lucrando con el morbo”.
El comentario encendió aún más la discusión. Usuarios de redes se dividieron entre quienes defendieron la postura de Téllez como una denuncia legítima contra el gobierno de la 4T, y quienes consideraron inapropiado el tono y las insinuaciones hacia la activista.
El asesinato que está sacudiendo la política nacional
El 1 de noviembre de 2025, durante el Festival de las Velas, el alcalde Carlos Manzo fue asesinado a plena plaza principal de Uruapan. Había advertido en varias ocasiones que su lucha contra el crimen organizado lo estaba dejando solo, tras pedir ayuda al gobierno estatal y federal sin obtener respuesta.
Su política de “mano dura contra la delincuencia organizada” lo convirtió en blanco de los grupos criminales que operan en la región. El atentado, que dejó también un agresor abatido y dos detenidos, generó una fuerte crisis política y social en Michoacán, y en todo el país.
Es así que en medio de la controversia, la confrontación entre Téllez y Niño de Rivera reaviva el debate sobre los límites del discurso político, el uso mediático de la violencia y el respeto a las víctimas, en un país donde la tragedia suele convertirse en arena de disputa pública.

