En medio del creciente debate público por la inminente liberación de Javier Duarte de Ochoa, exgobernador de Veracruz condenado a nueve años de prisión en 2018 por los delitos de asociación delictuosa y operaciones con recursos de procedencia ilícita, una nueva controversia sacude su expediente.
Durante la última audiencia, se reveló que las autoridades penitenciarias encontraron alcohol dentro de su celda, hecho que desató una ola de especulaciones en redes sociales y medios de comunicación sobre supuestos privilegios y fiestas dentro de la prisión.
Abogado de Javier Duarte confirma que sí encontraron alcohol en su celda
El hallazgo, que a primera vista parecía confirmar las sospechas de un trato preferencial hacia el exmandatario, generó indignación y sorpresa entre la opinión pública sobre si Duarte gozaba de beneficios especiales en prisión y si era cierto que organizaba reuniones con alcohol, en un penal de alta seguridad.
Sin embargo, el misterio dio un giro inesperado. En entrevista con Ciro Gómez Leyva y Manuel Feregrino, para Grupo Fórmula, el abogado defensor de Duarte, Pablo Campuzano, salió al paso de las acusaciones y confirmó que efectivamente se halló alcohol en la celda, pero no del tipo que se había hecho viral.
Hallaron latas de alcohol en la celda de Javier Duarte
“Sabiendo que había medios en la audiencia, se difundió que le encontraron alcohol insinuando que hacía fiestas. No, eso no es cierto. Lo aclaramos en la misma audiencia y el testigo leyó tal cual el informe: era alcohol sólido, del que se utiliza para cocinar”, explicó el abogado, descartando cualquier tipo de bebida embriagante o celebración irregular.
Campuzano detalló que los internos no tienen acceso a cocinas o estufas, por lo que usan latas de alcohol sólido para calentar alimentos o agua. Según la defensa, la confusión se originó porque el informe mencionaba “latas de alcohol”, y algunos medios interpretaron que se trataba de bebidas alcohólicas. “No eran cervezas ni botellas, eran latas de combustible sólido”, insistió el abogado, acusando a ciertos sectores de querer generar un escándalo mediático.
Además, el defensor desmintió que su cliente tuviera acceso a otros objetos presuntamente prohibidos, como teléfonos celulares, dispositivos Blu-ray o conexión a internet, los cuales también fueron mencionados en versiones periodísticas sin sustento. “Fue en 2019 cuando se registró ese decomiso, y todo se aclaró en audiencia. No hubo bebidas alcohólicas, ni fiestas, ni privilegios”, subrayó Campuzano.
Así, mientras la fecha de su posible liberación se acerca, Javier Duarte vuelve a estar en el ojo del huracán, atrapado entre los rumores y la eterna pregunta sobre si, alguna vez, la justicia mexicana podrá dejar de ser motivo de sospecha.

