La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) detuvo a una tercera persona presuntamente relacionada con la desaparición y homicidio del sacerdote Ernesto Baltazar Hernández Vilchis, perteneciente a la Diócesis de Cuautitlán. La nueva detenida fue identificada como Fátima Isabel “N”.
De acuerdo con información difundida el lunes 17 de noviembre por el periodista Fernando Cruz, en las próximas horas se llevará a cabo la audiencia inicial por homicidio doloso en contra de los tres detenidos hasta el momento.
Tres personas detenidas por la muerte del sacerdote Ernesto Baltazar Hernández Vilchis
Antes de la nueva detención, la Fiscalía ya había arrestado a María Fernanda “N” y Brandon Jonathan “N”, quienes enfrentan acusaciones por su presunta participación en la desaparición y muerte del sacerdote.
Con la captura de Fátima Isabel “N”, la autoridad suma tres personas bajo investigación. La FGJEM continúa realizando diligencias para esclarecer el móvil del crimen.
Mientras tanto, la comunidad católica del Estado de México mantiene expresiones de dolor y exige justicia para Ernesto Baltazar Hernández Vilchis, cuyo caso ha impactado profundamente a nivel local y nacional.
Una investigación que sacudió a la comunidad católica
Durante los últimos días, el caso del sacerdote Ernesto Baltazar ha generado conmoción en medios nacionales y entre feligreses, luego de que fuera reportado como desaparecido el 27 de octubre en Tultepec, Estado de México. Aquella tarde, el sacerdote realizaba actividades pastorales antes de perder comunicación con familiares y compañeros.
El 31 de octubre, la FGJEM emitió un boletín de búsqueda, señalando como punto de desaparición la colonia La Piedad. Las labores de localización se extendieron por varios municipios del Valle de México.
Hallazgo del cuerpo y modus operandi
Tras días sin avances públicos, las investigaciones condujeron a una vivienda en Tultitlán, donde autoridades establecieron que el sacerdote habría sido agredido con un arma blanca. Su cuerpo, según la información oficial, fue colocado dentro de bolsas de plástico y ocultado en un sillón.
Posteriormente, los restos fueron arrojados al canal de aguas negras La Compañía, en Nextlalpan, donde fueron localizados el 12 de noviembre. Peritajes confirmaron su identidad un día después.