La tensión escaló en Washington D.C. este miércoles 26 de noviembre después de que dos integrantes de la Guardia Nacional de West Virginia fueran baleados a pocos metros de la Casa Blanca. Horas más tarde, el gobernador Patrick Morrisey confirmó que ambos militares fallecieron a causa de sus heridas, calificando el hecho como un “horrible acto” y exigiendo plena rendición de cuentas.
“Es con gran dolor que podemos confirmar que ambos miembros de la Guardia Nacional de West Virginia que fueron baleados hoy en Washington, D.C., fallecieron a causa de sus heridas… West Virginia nunca olvidará su servicio ni su sacrificio”, expresó Morrisey en un comunicado.
Tiroteo a una cuadra de la Casa Blanca desata alarma nacional
El ataque se registró en la intersección de 17th e I Street NW, una de las zonas más vigiladas de la capital estadounidense y ubicada a solo una cuadra de la residencia presidencial. Testigos reportaron dos detonaciones seguidas de una ráfaga corta, lo que activó un operativo inmediato de la Policía Metropolitana y agencias federales, que acordonaron varias calles.
Las autoridades confirmaron que la escena quedó “asegurada” y que un sospechoso fue detenido, aunque su identidad no ha sido revelada. El presidente Donald Trump no se encontraba en Washington al momento del ataque.
Investigación en curso y advertencias sobre incremento de amenazas
El Departamento de Seguridad Nacional confirmó el tiroteo y señaló que mantiene coordinación con autoridades locales para esclarecer los hechos. La dependencia reconoció que, en los últimos meses, se han incrementado las amenazas contra personal federal, incluidos agentes del ICE y elementos militares, aunque pidió evitar especulaciones que intenten vincular este caso con terrorismo o crimen organizado.
El presidente Trump reaccionó en redes sociales, calificando al agresor como “el animal que disparó a los dos guardias nacionales” y advirtió que, pese a haber resultado herido, “pagará un precio muy alto”. También envió un mensaje de respaldo: “Dios bendiga a nuestra Gran Guardia Nacional y a todos nuestros militares”.
Por su parte, la secretaria Kristi Noem pidió oraciones por las víctimas y señaló que las agencias federales continúan recabando información para avanzar en la investigación.
Las autoridades mantienen la zona bajo fuerte vigilancia mientras se procesan evidencias y se esclarece el móvil del ataque que terminó con la vida de dos militares a escasos metros de la Casa Blanca.

