Un incendio de proporciones devastadoras convirtió en una escena de horror a Wang Fuk Court, un complejo residencial en el distrito de Tai Po, Hong Kong.
Las llamas, avivadas por el andamiaje de bambú que envolvía varios de los bloques en remodelación, se extendieron durante más de seis horas y dejaron al menos 13 personas muertas —entre ellas un bombero— además de 16 heridos y un número aún indeterminado de residentes atrapados dentro de las torres, según información de EFE.
El primer parte policial hablaba de cuatro fallecidos y ocho heridos, pero el balance se disparó conforme avanzaron las labores de rescate y los hospitales comenzaron a reportar nuevos decesos. Las víctimas mortales incluyen ocho mujeres y tres hombres, además del bombero que perdió la vida combatiendo el siniestro.
Las llamas encontraron combustible en el bambú
De acuerdo con los reportes de medios internacionales y servicios de emergencia, el incendio comenzó en uno de los bloques y rápidamente se propagó por el andamiaje tradicional de bambú, un material todavía común en obras de remodelación en Hong Kong.
Las redes de protección y las condiciones secas del clima terminaron por convertir la estructura exterior en un canal perfecto para que el fuego ascendiera por las fachadas de varios rascacielos.
El siniestro alcanzó categoría de “alarma nivel 5”, la más alta, y obligó a la movilización de un despliegue masivo: 128 camiones de bomberos y 57 ambulancias.
A pesar de los esfuerzos, las llamas consumieron múltiples pisos y envolvieron cuatro torres, mientras decenas de residentes quedaban atrapados en sus departamentos.
El complejo, con casi 2 mil viviendas y cerca de 4,800 residentes, tuvo que ser evacuado parcial y caóticamente. Más de 700 personas fueron trasladadas a refugios temporales habilitados por el gobierno local.
Hong Kong enfrenta su peor incendio en casi tres décadas
A media jornada, la jefa del Departamento de Servicios de Bomberos confirmó que aún había personas dentro de las torres y que los equipos continuaban las operaciones de búsqueda en condiciones extremadamente peligrosas.
Las autoridades ya investigan cómo el fuego se propagó con tal velocidad, especialmente por la presencia del andamiaje de bambú, cuya seguridad ha sido cuestionada por expertos desde hace años.
El incendio ya es considerado uno de los más mortíferos en Hong Kong desde finales de los años noventa y ha encendido un debate urgente sobre las normas de construcción, la seguridad en remodelaciones de edificios habitados y la vulnerabilidad de las estructuras altas ante incendios alimentados por materiales inflamables.
Las labores de rescate continúan y las autoridades locales advierten que la cifra de víctimas podría aumentar en las próximas horas.

