Las extorsiones contra operadores del transporte público en la capital han encendido alertas durante los últimos meses, especialmente en zonas limítrofes con el Estado de México, como las alcaldía Gustavo A. Madero e Iztapalapa, en donde la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) ha reportado detenciones por dicho delito.
Aunque todavía no es un fenómeno generalizado, sí es un delito que se ha intensificado y que, según el experto en seguridad Humberto Morgan, podría tener detrás a células del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y La Unión Tepito, dos de los grupos criminales con mayor presencia en el Valle de México.
“El CJNG y La Unión Tepito podrían estar extorsionando a choferes del transporte público en la Ciudad de México; es un fenómeno relativamente nuevo, pero muy violento. Es parte del proceso de diversificación del crimen organizado, que ha migrado a delitos como el cobro de piso, la trata, el secuestro y ahora la extorsión directa a operadores y rutas”, advirtió Morgan en entrevista con Publimetro.
Un delito que se diversifica y se vuelve más violento
El experto en seguridad explicó que la extorsión se ha convertido en uno de los delitos más extendidos del país.“Es uno de los delitos más graves y generalizados en México. Afecta a comerciantes, empresarios, transportistas, ciudadanos comunes. En el Bajío, por ejemplo, el cobro de piso se ha vuelto devastador”.
Negarse a pagar puede tener consecuencias graves:
- Amenazas
- Agresiones
- Daños a unidades
- Secuestros
- Asesinatos

“<b>Cuando un conductor o una ruta se niega a pagar, la amenaza escala rápidamente. En varios estados hemos visto asesinatos de líderes transportistas</b>”.
— Humberto Morgan
CJNG y La Unión Tepito: disputas por rutas y territorios
Aunque no todos los casos están vinculados a grandes cárteles, Morgan subraya que sí existiría participación de células del CJNG y La Unión Tepito en zonas específicas de la capital.
“Depende de la región”, aclara.“En Michoacán, por ejemplo, son la Nueva Familia Michoacana o el CJNG. En la Ciudad de México, pueden ser células de La Unión, algunos remanentes del grupo de Lenin Canchola, y también células vinculadas al CJNG. No es un solo grupo, pero sí estos dos han sido detectados con mayor frecuencia”.
La razón, explica, es la diversificación criminal:
“<b>Los cárteles dejaron de ser solo traficantes de droga. Ahora son extorsionadores, tratantes, huachicoleros, secuestradores y cobradores de piso. La droga es solo una parte mínima de sus ingresos</b>”.
— Humberto Morgan

Zonas más afectadas: periferia, fronteras y rutas conurbadas
La presencia de extorsionadores se ha identificado principalmente en:
- Gustavo A. Madero (GAM)
- Iztapalapa
- Límites con Nezahualcóyotl, Ecatepec, Chalco y Tláhuac
- Bases de transporte cercanas a vías rápidas hacia Edomex
“<b>La periferia es más vulnerable porque permite la entrada y salida rápida hacia el Estado de México. No hay protocolos sólidos de colaboración entre policías municipales, estatales y de la CDMX, y eso le facilita todo al delincuente</b>”.
— Humberto Morgan
Además, recuerda que esas zonas han tenido presencia histórica de grupos criminales.
“El cártel de Tláhuac, La Unión y células externas se han enquistado en zonas periféricas desde hace años. La disputa territorial favorece que busquen nuevos ingresos, como la extorsión a transportistas”, denunció.
Los casos: GAM afectada
En este noviembre, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) detuvieron a tres hombres acusados de exigir dinero a conductores de camiones a cambio de no causarles daño. Los hechos ocurrieron en la alcaldía Gustavo A. Madero, donde las autoridades mantenían acciones reforzadas para el combate a la extorsión.
De acuerdo con la SSC, las detenciones derivaron de labores de inteligencia, investigación de gabinete y campo, además de denuncias directas de los choferes afectados. Ante ello, los oficiales implementaron vigilancias fijas y móviles sobre la avenida Insurgentes Norte, en la colonia Residencial Zacatenco.
Durante estos recorridos, policías observaron a tres sujetos que se acercaron de manera agresiva a los operadores del transporte público. Según el reporte, los hombres exigían el pago de una suma de dinero para evitar daños a la integridad de los conductores o afectaciones a su patrimonio.
Al confirmar el posible hecho delictivo, los uniformados actuaron conforme al protocolo policial y realizaron una revisión preventiva. En ella, les fueron asegurados:
- Dinero en efectivo
- Seis teléfonos celulares
- Una libreta con anotaciones vinculadas presuntamente al cobro de cuotas
La SSC informó que los asegurados —uno de 34 años y dos de 18— fueron notificados de sus derechos constitucionales y puestos a disposición del Ministerio Público, donde se definirá su situación jurídica.
Las indagatorias apuntan a que los detenidos formarían parte de una célula delictiva generadora de violencia, dedicada a la extorsión y cobro de piso en la zona norte de la CDMX y áreas conurbadas del Estado de México.

¿Qué tan nuevo es este fenómeno?
Aunque el cobro de piso en comercios tiene años en la capital, Morgan señala que extorsionar directamente a conductores y rutas es relativamente reciente.
“<b>En la Ciudad de México este tipo de extorsión era muy focalizada, pero en los últimos meses sí hemos visto un incremento, sobre todo en microbuses y en bases de rutas muy concretas</b>”.
— Humberto Morgan
Recordó casos en Indios Verdes hace algunos años, cuando extorsionadores exigían cuotas a conductores hasta que fueron detenidos.“Ese mismo modelo está reapareciendo, pero ahora con grupos más estructurados detrás”.
¿Qué se necesita hacer?
1. Enlace directo policía–rutas
“Debe existir una línea confiable entre líderes de rutas y la policía. Denuncias claras, rápidas, con datos verificables”.
2. Inteligencia ciudadana
El experto enfatiza la importancia de la participación ciudadana:
“La gente está generando inteligencia ciudadana: números desde donde llaman los extorsionadores, placas, zonas de operación. Eso ha sido fundamental para la SSC-CDMX”.
3. Protocolos nuevos y visibles
Incluidos:
- Botones de pánico
- Cámaras en bases y paraderos
- Operativos focalizados
- Detenciones públicas
“La gente necesita ver que sí hay detenidos. La extorsión crece donde hay impunidad, pero baja cuando hay castigos visibles”.
¿Puede empeorar?
A pesar del aumento de casos recientes, Humberto Morgan consideró que habrá contención:
“<b>No creo que vaya a escalar. Es un delito que ya es prioridad federal y local. Tanto Omar García Harfuch como Pablo Vázquez han dicho que la extorsión es un eje central de su estrategia</b>”.
— Humberto Morgan
Además, señala dos factores clave:
- Mayor confianza ciudadana, lo que deriva en más denuncias
- Endurecimiento de penas, aprobado recientemente
“Cuando la gente ve que los extorsionadores van a prisión, aumenta la cooperación. Eso reduce la tasa delictiva”, explicó.




