En medio de una de las ferias literarias más importantes del continente, Rubén Zarco presentará “Economía Circular en México: casos de éxito, retos y oportunidades”, un libro que busca romper con la narrativa teórica en torno al medio ambiente y llevar la discusión a lo práctico, lo local y lo urgente. La obra, coordinada junto con el jurista Iván Peña Estrada, se perfila como el primer compendio mexicano en abordar la economía circular desde un enfoque técnico, legal, financiero y operativo. Y su mensaje, lanzado desde la FIL Guadalajara, no podría ser más claro: sin la participación activa de los gobiernos, la economía circular seguirá siendo una promesa incumplida.
“Tenemos que dejar de hablar en teoría y empezar a actuar. Hay que calibrar qué funciona y qué no, pero ya en campo, no solo en discursos”, explicó Zarco en entrevista. Con experiencia operativa como exdirector del organismo SIMEPRODE en Nuevo León, el autor conoce de primera mano los retos de transformar residuos en oportunidades. En ese estado, explicó, ya se aplica un modelo circular en el que más de 5 mil toneladas de basura al día son separadas para su reciclaje y, lo más innovador, se aprovecha el biometano generado por los residuos para producir energía eléctrica. Lejos de ser una idea reciente, la planta de generación fue inaugurada hace más de 30 años, en una ceremonia en la que incluso participó Hillary Clinton.
Otro caso incluido en el libro es el de Agua y Drenaje de Monterrey, organismo que trata el 100% de sus aguas residuales y ha implementado un sistema de tuberías moradas para reutilizar el agua en la industria. “No se trata de potabilizarla, que es más complejo, pero sí de convertirla en agua gris útil para procesos industriales. Eso ya sucede y debería replicarse”, insistió Zarco.
Sin embargo, ambos modelos siguen siendo la excepción y no la regla. Zarco fue enfático al señalar que uno de los principales obstáculos es la falta de voluntad política a nivel local. “Se necesita una regulación más estricta para quienes contaminan, y sobre todo, que los impuestos verdes realmente se apliquen en lo que deben: incentivos, plantas, reciclaje. No basta con leyes, se necesita acción”, afirmó.
En su diagnóstico, los municipios deben dejar de ignorar el potencial económico de los residuos y asumir su responsabilidad constitucional. Requieren inversión, políticas fiscales claras y equipos técnicos capacitados. “Muchas veces, si la basura no se acumula afuera de tu casa, no le haces caso”, lamentó el autor, al tiempo que llamó a poner el tema en la agenda pública.

La obra no se queda en el señalamiento. Ofrece alternativas, análisis jurídicos y propuestas legislativas. Recoge voces del sector público, privado y académico para construir una hoja de ruta que permita convertir la economía circular en una política transversal. “No podemos seguir con soluciones mágicas ni discursos electorales vacíos. La economía circular es una estrategia compleja, interdisciplinaria y de largo plazo. Pero también puede ser fuente de ingresos, empleos verdes y ahorro público”, apuntó.
Zarco cree que si se alinean políticas, recursos y voluntades, sectores como el hídrico y el de residuos podrían dar el salto en el corto plazo. Pero no basta con crear instituciones: es necesario que todos los actores —empresas, gobiernos, ciudadanía— estén dispuestos a participar activamente. “Los residuos no son basura, son recursos. Esa es la frase que define todo el enfoque del libro. Si logramos cambiar esa mirada, cambiaremos también nuestro modelo económico y ambiental”.

En tiempos donde el reciclaje suele ser más político que real, el libro de Rubén Zarco y su equipo llega para agitar las aguas y poner presión sobre quienes deben decidir. En la FIL, su propuesta fue recibida con interés, pero el verdadero reto será que llegue a los escritorios de quienes diseñan políticas públicas. Porque como el autor insiste una y otra vez: “Sin gobiernos alineados, no hay economía circular posible”.

