Cada año se registran alrededor de dos millones de accidentes punzocortantes entre trabajadores de la salud en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En México, enfermeras, médicos residentes y personal de urgencias siguen enfrentando un riesgo cotidiano que puede derivar en infecciones graves como hepatitis B, hepatitis C o VIH.
En este contexto, Becton Dickinson (BD) organizó la conferencia “Punciones accidentales: el riesgo que sí se puede prevenir”, un encuentro donde especialistas revisaron las causas más comunes, las consecuencias clínicas y las medidas urgentes para reducir estos incidentes.
La doctora Roxana Trejo, Gerente de Vigilancia Epidemiológica del Corporativo ABC y experta en infecciones nosocomiales, advirtió que se trata de un desafío permanente en todas las instituciones de salud. “Las punciones accidentales son un riesgo laboral real, pero cuando el personal cuenta con dispositivos seguros y recibe capacitación continua, los incidentes se reducen de manera contundente”, afirmó.

Riesgo de transmisión y cifras críticas
Durante la sesión se expuso que el riesgo de contagio tras una punción con una aguja usada puede llegar hasta 30% para hepatitis B, 5% para hepatitis C y 0.3% para VIH, especialmente cuando se trata de agujas huecas. La OMS estima que estas lesiones provocan cada año 66 mil infecciones por hepatitis B, 16 mil por hepatitis C y mil por VIH en personal sanitario.
Aunque las cifras corresponden al ámbito global, especialistas coincidieron en que en México persiste el reto de fortalecer la prevención, la capacitación y la cultura de seguridad dentro de hospitales públicos y privados.

Tecnología y capacitación, claves para reducir incidentes
La introducción de agujas y dispositivos con mecanismos de seguridad puede disminuir hasta en 70% las lesiones por pinchazos. Sin embargo, persisten prácticas riesgosas como el reencapuchado manual, la eliminación incorrecta de agujas o el uso de insumos sin protección.
María de Lourdes Meléndez, Gerente de Asuntos Médicos de BD Hub México, señaló que existen tecnologías diseñadas para evitar que una punción cambie la vida de un profesional de la salud. “El desafío es que estos dispositivos lleguen a quienes los necesitan y que el personal pueda trabajar con seguridad”, dijo.
BD presentó un portafolio de dispositivos de seguridad —entre ellos agujas BD Blunt Fill, BD Blunt Filter, BD Eclipse™, jeringas BD Emerald™ Saf-T y agujas BD SafetyGlide™—, además de contenedores BD Sharp Collectors™ para una eliminación adecuada.

Impacto económico y operativo
Los expertos recordaron que cada accidente punzocortante genera costos directos e indirectos de entre 650 y 750 dólares, derivados de pruebas serológicas, profilaxis y ausentismo laboral. Reducir estos incidentes, señalaron, es clave para garantizar la continuidad operativa en áreas críticas como urgencias, terapia intensiva y quirófanos.
Las alertas se mantienen, y especialistas coinciden: prevenir estas lesiones no solo protege la salud del personal, sino que también fortalece la seguridad y capacidad de respuesta de todo el sistema sanitario.

