La piratería en México ha alcanzado niveles críticos y se consolida como una amenaza directa a la economía, la seguridad y la salud pública. Así lo revela el “Sondeo de Piratería 2025”, presentado por la American Chamber of Commerce of Mexico (AMCHAM) y ClarkeModet, que advierte que 91% de las empresas detecta productos pirata en el comercio electrónico, convirtiendo al entorno digital en el principal punto de distribución de mercancía falsa.
El reporte expone que la piratería ya no se limita a textiles o electrónicos: ahora afecta medicamentos (33%), alimentos (18%), productos de cuidado personal y dispositivos médicos, lo que representa un riesgo directo para la salud del consumidor.
La expansión del mercado ilícito ha superado la capacidad de reacción de las autoridades, en un contexto donde 70% de las empresas señala procesos legales demasiado largos y 54% reporta falta de apoyo institucional.

Piratería un riesgo de inseguridad
Especialistas advierten que la piratería se ha convertido en un fenómeno tecnológico y de seguridad. El uso de Inteligencia Artificial para suplantación de identidad y manipulación de contenido dificulta distinguir entre productos genuinos y falsificados, elevando el riesgo para el consumidor y afectando la confianza en el mercado formal.
Lorena Rodríguez Chávez, directora regional de ClarkeModet México, señaló que, aunque México ha avanzado en materia regulatoria, el marco legal aún es insuficiente ante la velocidad con la que evolucionan los mercados ilícitos. Urgió a fortalecer controles aduanales, crear regulación específica para el comercio digital y utilizar tecnología para generar métricas y monitoreo en tiempo real.

Protección a la propiedad intelectual
La firma enfatizó que la protección de la propiedad intelectual debe dejar de verse como un trámite legal aislado y convertirse en un pilar estratégico empresarial, capaz de anticipar riesgos y no solo reaccionar a ellos. Señaló que enfrentar la piratería requiere coordinación entre sector privado, autoridades, cámaras y asociaciones, así como inteligencia continua en los entornos físico y digital.
El sondeo destaca que combatir la piratería no debe entenderse como un gasto, sino como una inversión esencial para proteger la economía y fortalecer la confianza del consumidor.

“La piratería no se está institucionalizando como un riesgo al interior de las empresas; no existen estrategias corporativas claras ni indicadores”, alertó Rodríguez Chávez, quien llamó a las organizaciones a construir planes integrales de prevención.
ClarkeModet concluyó que un México con un ecosistema comercial “limpio y seguro” —tanto digital como físico— permitiría atraer inversión, fortalecer el mercado formal y convertir la propiedad intelectual en un motor clave para el desarrollo nacional.

