El peso mexicano abrió la sesión alrededor de 18.22 unidades por dólar, encadenando un nuevo movimiento apreciativo en una semana marcada por el optimismo. No obstante, analistas anticipan una jornada con mayor volatilidad debido a la publicación de indicadores económicos relevantes tanto en México como en Estados Unidos. Entre ellos destacan la confianza del consumidor a nivel local y, en el ámbito internacional, el Índice de Precios del Gasto en Consumo Personal (PCE) y su versión subyacente, considerados los principales termómetros de inflación para la Reserva Federal. Estos últimos perfilarán el ánimo global y, por ende, el desempeño del tipo de cambio.
El mercado local sigue de cerca la lectura de confianza del consumidor correspondiente a noviembre, luego de los registros previos de 46.1 (ajustado) y 45.7 (sin ajuste estacional).Un resultado superior a lo previsto reforzaría la idea de que, pese al enfriamiento industrial, el consumo interno continúa sosteniendo la actividad económica, lo que daría soporte adicional al peso.En contraste, una disminución más profunda en la confianza podría alimentar expectativas de desaceleración y detonar tomas de utilidad en el tipo de cambio.
Factores políticos: T-MEC, visitas diplomáticas y su efecto en la divisa
El entorno político continúa generando titulares, aunque sin modificar de manera significativa la reciente fortaleza del peso.En Estados Unidos, Claudia Sheinbaum arranca una agenda de alto perfil con Donald Trump y Mark Carney, en un momento en que Trump ha reiterado la posibilidad de dejar expirar el T-MEC para renegociarlo. Este discurso incrementa la incertidumbre para sectores exportadores y manufactureros.Aun así, Sheinbaum ha enfatizado que el tratado sigue vigente y que México buscará preservar acuerdos sólidos, mensaje que ha contribuido a contener episodios de volatilidad.
La discusión en torno a la reforma a la Ley General de Aguas, ya aprobada en lo general en la Cámara de Diputados, mantiene bajo presión la percepción de riesgo entre empresas de minería, agroindustria y manufactura intensiva en uso de agua. Si bien su impacto sobre el peso tiende a ser paulatino, añade un elemento más a la lista de factores que vigilan los inversionistas.Por otro lado, el gobierno presentó el Plan Nacional de Ciberseguridad 2025, una señal positiva para los sectores financiero y tecnológico, que valoran los esfuerzos por reforzar la infraestructura digital del país.
PCE en Estados Unidos: el dato que marcará el rumbo del tipo de cambio
En el plano global, toda la atención se centra en el PCE estadounidense, clave para ajustar expectativas sobre la política monetaria de la Reserva Federal de cara a su reunión de diciembre.— Un PCE por debajo de lo esperado fortalecería la narrativa de futuros recortes de tasas, debilitando al dólar y empujando al peso hacia el rango de 18.15–18.20.— Por el contrario, un PCE más elevado podría reavivar la fortaleza del dólar y llevar al tipo de cambio hacia niveles de 18.30–18.35, junto con un incremento en la demanda de activos defensivos.