China comenzará en diciembre un programa piloto para desplegar robots humanoides en la frontera de Guangxi, un movimiento que marca un nuevo salto en el uso de inteligencia artificial (IA) para tareas de seguridad, vigilancia y operación logística. La empresa UBTech Robotics confirmó que firmó un contrato por 264 millones de yuanes (casi 32 millones de euros) para poner en marcha el proyecto.
De acuerdo con UBTech, los robots asumirán actividades que tradicionalmente realizan agentes fronterizos: orientación a viajeros, control del flujo de personas, patrullajes rutinarios, apoyo en operaciones logísticas y servicios comerciales dentro de los cruces fronterizos. Las unidades corresponden al modelo Walker S2, presentadas en junio y conocidas por ser los primeros humanoides capaces de reemplazar su propia batería, lo que les permite operar durante más tiempo sin interrupciones.
El despliegue forma parte de la estrategia china para impulsar la llamada “IA encarnada”, sistemas inteligentes integrados en robots capaces de interactuar de manera más natural en entornos reales. Además de su uso en la frontera, UBTech anunció que estas unidades también realizarán inspecciones en plantas de acero, cobre y aluminio, ampliando su aplicación en la industria.

Carrera tecnológica en Asia
China ya ha experimentado con robots humanoides en infraestructura pública. En el Aeropuerto Internacional de Hangzhou Xiaoshan, autoridades probaron un robot similar para la atención de pasajeros y labores rutinarias con el fin de automatizar tareas repetitivas y fortalecer la operación de espacios críticos.
Un video difundido por UBTech mostró a decenas de robots moviéndose de manera coordinada, escenas que recordaron a la película I, Robot. Sin embargo, especialistas como el analista Adcock cuestionaron la autenticidad del material, señalando elementos que parecían generados por computadora. La empresa respondió publicando un segundo video grabado con dron y audio ambiental para validar las imágenes, aunque las dudas persisten.

El programa en Guangxi evidencia la intención del gobierno chino de consolidar robots humanoides en actividades públicas, comerciales y ahora también fronterizas, colocándose entre los países que avanzan más rápido hacia la integración de IA y automatización en la gestión del Estado.

