El cuerpo sin vida de un recién nacido fue hallado en el asfalto, en calles del municipio de Ecatepec de Morelos, en el Estado de México (Edomex), tragedia que ha indignado a decenas de mexiquenses.
El suceso ocurrió la tarde del 8 de diciembre y puso en evidencia una problemática que ha sacudido a la comunidad local, donde vecinos y transeúntes se encontraron con una escena que describieron como devastadora y perturbadora.
Otro caso de abandono infantil estremece al Edomex; ahora en Ecatepec
Meses atrás se registró un caso similar en Tultitlán, donde una pareja abandonó a su recién nacido en la calle; sin embargo, el menor fue hallado con vida gracias a la intervención de vecinos y autoridades.
En esta ocasión no fue así, pues el cuerpo del pequeñito abandonado en Ecatepec ya no presentaba signos vitales, hecho que profundizó la consternación social y reavivó el debate sobre la protección de la niñez y la responsabilidad colectiva.
De acuerdo con información de Milenio, el hallazgo del cadáver ocurrió sobre la calle Ignacio Zaragoza y Mariano Abasolo, en la colonia Héroes de la Independencia.
Tras el reporte ciudadano, elementos policiacos acudieron al sitio y procedieron a resguardar la zona, en espera de la llegada de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), instancia que inició las diligencias correspondientes para el levantamiento del cuerpo y la integración de la carpeta de investigación.
Imágenes fueron compartidas en redes sociales por reporteros, las cuales han causado una ola de indignación y tristeza entre usuarios que exigen justicia y esclarecimiento del hecho.
Habitantes de la zona expresaron su pesar y señalaron la necesidad de reforzar la atención a familias en situación vulnerable, así como de fortalecer campañas de orientación y apoyo para prevenir que tragedias similares vuelvan a repetirse.
Mientras tanto, la comunidad de Ecatepec permanece a la espera de avances oficiales que permitan determinar responsabilidades y esclarecer cómo ocurrió el abandono.
La tragedia ha dejado una huella profunda y un llamado urgente a no normalizar la violencia y el desamparo contra los más pequeños, recordando que cada vida merece cuidado y protección.

