La Ciudad de México se alista para grabar su nombre en la historia del fútbol al convertirse en la única urbe en el mundo en albergar una Copa del Mundo por tercera ocasión, un hecho que la distingue radicalmente de las demás sedes del Mundial de 2026. Así lo confirmó Estefanía Padilla, Jefa de Marketing y Operaciones de la Sede de la Ciudad de México, al detallar los planes que buscan posicionar a la capital como el verdadero epicentro de la fiesta futbolística global. La estrategia central es un vasto programa cultural, de entretenimiento y de experiencias que suman más de 36 proyectos.
El ambicioso corredor cultural y sus 12 museos
Uno de los pilares del programa es el desarrollo del que se ha catalogado como el “corredor cultural más ambicioso de todas las sedes”. Este esfuerzo agrupará a más de 12 museos con exposiciones únicas diseñadas para la celebración mundialista. Un ejemplo destacado es la muestra de la reconocida fotógrafa Annie Leibovitz en el Museo Nacional de Antropología, quien capturó imágenes en el Mundial de 1986 y realizará nuevo archivo para esta ocasión. Además, se planean exposiciones en honor a Leonora Carrington y actividades en el Papalote Museo del Niño, asegurando contenido para todas las audiencias.

Un FanFest de récord: “El Alma del Mundial”
Más allá de los encuentros en el Estadio Azteca, la Ciudad de México ha puesto especial énfasis en el entretenimiento para los millones de aficionados esperados. Se proyecta la instalación del FanFest más grande de todas las sedes, contando con la pantalla de transmisión de mayor tamaño. Se espera una afluencia de alrededor de 60 mil personas diarias, sumando un estimado de 2.5 millones de visitantes durante el torneo. Padilla enfatizó que estos espacios, junto con la creación de una aldea global de naciones en el Bosque de Chapultepec, son esenciales para que la gente sienta que la Ciudad de México es “el alma del Mundial”.

Gastronomía y conectividad: Los atractivos ineludibles
La jefa de Marketing y Operaciones también resaltó que la CDMX es un pilar inigualable en cultura y gastronomía entre las 16 sedes. Mencionó el reciente reconocimiento de la escena culinaria local con estrellas Michelin, que abarcan desde famosas taquerías hasta alta cocina. En términos de infraestructura, la sede se prepara para recibir la oleada de turistas utilizando ambos aeropuertos de la ciudad: el Internacional de la Ciudad de México (AICM) y el Internacional Felipe Ángeles (AIFA), sirviendo como hubs clave para la movilidad global.
Un legado que trasciende el silbatazo final
Finalmente, la planificación para 2026 incluye un crucial proyecto delegado, enfocado en el impacto a largo plazo. Este programa incluye iniciativas comunitarias para la restauración de canchas y asegura que la inversión del Mundial beneficie a las comunidades locales. Padilla subrayó la importancia de este legado, indicando que “el Mundial sigue, no se acaba en cuanto se dé el pitazo final”. La intención es que la Copa del Mundo deje una huella positiva y duradera en los habitantes de la ciudad, consolidando a la Ciudad de México no solo como una sede anfitriona memorable, sino como un motor de desarrollo comunitario.

