El peso mexicano inició la jornada alrededor de 18.26 unidades por dólar, en un entorno dominado por expectativas inflacionarias y noticias que aumentan la percepción de riesgo sobre la economía nacional y los mercados financieros.
Felipe Mendoza, CEO IMB Capital Quants asegura que los analistas anticipan que la inflación anual podría ubicarse en 3.69%, por encima del 3.57% previo, mientras que la variación mensual del IPC se aceleraría a 0.56%, reflejando presiones de precios que podrían mantener al Banco de México en una postura monetaria restrictiva por más tiempo.
Expectativas económicas a la baja para 2025 y 2026
En el plano macroeconómico, especialistas ajustaron a la baja sus previsiones de crecimiento del PIB de México para 2025 y 2026, señalando un escenario de debilidad en la actividad económica.
Aunque algunos indicadores apuntan a una mejora gradual, la incertidumbre global y local mantiene cautelosos a los organismos internacionales. La OCDE recortó sus proyecciones para 2026 y 2027, mientras que Fitch elevó su estimación para 2026, evidenciando discrepancias en torno a la trayectoria futura de la economía mexicana.
La inflación continúa como eje central del análisis económico. Especialistas prevén que en 2026 continúe presionada por incrementos salariales e impuestos, lo que limitaría el consumo privado.
Durante el año se ha observado un debilitamiento del consumo, influido principalmente por el encarecimiento de los precios. Asimismo, en la campaña de El Buen Fin, los consumidores mostraron mayor pesimismo, reflejando una confianza limitada en el poder adquisitivo.
Déficit fiscal a la baja, pero con recortes de gasto y concentración de inversión
En materia fiscal, el gobierno redujo el déficit en 28.4% a octubre mediante recortes al gasto público; sin embargo, el subejercicio ascendió a 88,100 millones de pesos.
Para 2026, 42% de la inversión pública se destinará a proyectos prioritarios, lo que podría generar riesgos por concentración y menor diversificación.
En cuanto a ingresos, los apoyos a Pemex permitieron un crecimiento anual de 15.4% en los ingresos petroleros, mientras que 26% de los ingresos tributarios provino de aduanas, reforzando el peso del comercio exterior en las finanzas públicas.
El sector corporativo y financiero también enfrenta desafíos. La próxima reforma aduanera afectará a agentes y empresas vinculadas al comercio exterior.
Por su parte, evaluaciones de bancos privados señalan que la economía mexicana se encuentra estancada, aunque sin indicadores claros de recesión. Los índices del IMEF muestran fragilidad en la actividad, pero con perspectivas de ligera recuperación.
Perspectiva del peso: volatilidad y posible sesgo de depreciación
Con este panorama, la apertura del peso en 18.26 por dólar refleja un equilibrio frágil entre presiones inflacionarias y señales de debilidad económica.
Para la sesión, se anticipa volatilidad en la moneda, con riesgo de depreciación si los datos de inflación superan las expectativas y refuerzan la necesidad de mantener una política monetaria restrictiva.
No obstante, la reducción del déficit fiscal y el aumento en ingresos petroleros brindan cierto soporte a la confianza en los activos mexicanos. En conjunto, el mercado operará atento a cualquier dato que confirme o modifique la narrativa de una recuperación gradual, pero todavía vulnerable.