La jefa de Gobierno, Clara Brugada, celebró la inscripción de la Representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en Iztapalapa como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, destacando que se trata de una tradición comunitaria con casi dos siglos de historia que hoy adquiere reconocimiento global.
Durante la ceremonia, la mandataria capitalina afirmó que la Semana Santa en Iztapalapa “es una expresión simbólica, cultural y comunitaria que guarda conocimientos, concepciones del mundo y formas de vida transmitidas a lo largo de casi dos siglos”. Subrayó que su riqueza cultural nace de la memoria viva, los relatos y las leyendas que han pasado de generación en generación.
Una tradición que nació en medio de la adversidad
La jefa de Gobierno recordó que esta tradición surgió “a mediados del siglo XIX, cuando una epidemia de cólera trajo tiempos aciagos al pueblo de Iztapalapa”. De acuerdo con la memoria oral, la comunidad sobrevivió gracias a la intervención del Señor de la Cuevita.
Como acto de gratitud, “el pueblo de Iztapalapa hizo una promesa: garantizar que año con año iban a representar la Pasión de Cristo en las calles”. Desde entonces, las y los habitantes de los ocho barrios mantienen viva esta representación que, en palabras de Brugada, “es la semilla de una tradición que hoy conmueve al mundo”.
182 años de resistencia cultural y arraigo comunitario
Clara Brugada enfatizó que la Semana Santa de Iztapalapa “ha cruzado generaciones, ha resistido el cambio de los tiempos y ha fortalecido el sentido de pertenencia del pueblo originario”.
Recordó episodios históricos, como la época de la Revolución mexicana “cuando hasta Zapata prestó caballos para poder llevar a cabo la representación”, o la reciente pandemia, cuando se adaptó el ritual sin dejar de celebrarlo.
La jefa de Gobierno destacó que esta expresión se sostiene gracias a una poderosa organización social: “se preparan desde un año antes, organizan todo para que salga perfecto… es una celebración monumental sostenida por la palabra viva de la comunidad”.
Un puente entre tiempos: del Fuego Nuevo al Monte Calvario
Clara Brugada subrayó la profunda conexión entre la representación actual y la historia prehispánica del Cerro de la Estrella, donde se realiza la crucifixión.
“El Cerro de la Estrella fue el espacio sagrado del Fuego Nuevo, donde se celebraba cada ciclo vital del tiempo. Allí se juntan hoy los rituales prehispánicos y la representación de Semana Santa”, señaló. Esto, aseguró, simboliza la mezcla única de historia virreinal, memoria rural y vida urbana que ha dado identidad a Iztapalapa.
Un proceso de años para alcanzar el reconocimiento de la UNESCO
La mandataria capitalina recordó que este logro es resultado de un largo camino institucional y comunitario:
- 2010: Primera declaratoria como Patrimonio Cultural Inmaterial a nivel delegacional.
- 2012: Declaratoria en la Ciudad de México bajo el gobierno de Marcelo Ebrard.
- 2019: Gestión ante el Gobierno de México durante la administración del presidente López Obrador.
- 2021–2022: Talleres y documentación del INAH y el COSSIAC.
- 2023: Inscripción en el Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial de México.
- 2024–2025: Culminación del proceso y reconocimiento por la UNESCO.
“No fue un proceso fácil; fue de mucho aprendizaje y de mucho tiempo… pero lo logramos paso a paso”, afirmó Brugada.
Compromiso para la salvaguardia de la tradición
La jefa de Gobierno anunció que la administración capitalina y la alcaldía Iztapalapa destinarán los recursos necesarios para preservar esta manifestación cultural:
“Lo más importante es lo que viene: la salvaguardia de la tradición. Los gobiernos tenemos mucha responsabilidad, y de parte del Gobierno de la Ciudad quiero decirles que cuenten con nosotros para que la tradición continúe viva”.
Aseguró que ya instruyó que se habiliten espacios amplios y adecuados para los ensayos y la organización de la representación.
“De Iztapalapa para el mundo”: orgullo de los ocho barrios
Clara Brugada concluyó con un mensaje de orgullo y reconocimiento:
“La UNESCO reconoce esta tradición no solo como un tesoro de Iztapalapa, sino como un tesoro cultural del mundo. Iztapalapa es y ha sido siempre uno de los grandes centros culturales de nuestra ciudad y de nuestra nación”.
Y dedicó la declaratoria a quienes la han conservado por casi dos siglos:
“Este logro ante todo es de los ocho barrios de Iztapalapa. Que vivan los ocho barrios, que vivan sus tradiciones, que viva la representación de la Semana Santa”.

