El peso mexicano comienza la sesión alrededor de 18.16 unidades por dólar, en un entorno en el que los mercados globales siguen asimilando la señal monetaria más reciente de la Reserva Federal y un incremento en las tensiones políticas y comerciales. Felipe Mendoza, CEO IMB Capital Quants, aunque el nivel de apertura se mantiene estable y aún cerca de los máximos recientes —el tipo de cambio tocó 18.17, su nivel más fuerte desde julio de 2024—, el comportamiento intradía estará condicionado por los comentarios posteriores a los datos laborales de Estados Unidos y la interpretación del discurso de Jerome Powell.
La Fed confirma recorte y envía mensaje de cautela monetaria
La Reserva Federal redujo su tasa de referencia a 3.75%, en línea con lo esperado, pero el impacto mayor provino del tono de su comunicación. El Comité reiteró que evaluará el “momento y el alcance de ajustes adicionales” dependiendo de la evolución de los datos, dejando claro que no existe margen para acelerar el ciclo de recortes.
Powell enfatizó que, aunque los riesgos en el mercado laboral han disminuido, la inflación permanece lejos de niveles compatibles con una postura más flexible. La decisión de adquirir 40,000 millones de dólares en bonos del Tesoro durante los próximos 30 días busca apoyar la liquidez, pero no altera la dirección general de la política monetaria.
Las proyecciones confirman un banco central menos dispuesto a flexibilizar: solo 25 puntos base de recortes estimados para 2026, tasas en torno a 3.1% para 2028 y un desempleo previsto en 4.5% en 2025 y 4.4% en 2026. Este marco consolida un dólar estructuralmente sólido y acota el margen para una apreciación significativa del peso mexicano.
Confianza del consumidor en México repunta y ofrece soporte moderado al peso
El índice PCSI IPSOS de México avanzó a 55.16 desde 51.72, señalando una mejora relevante en la percepción de los hogares. Este incremento sugiere resiliencia del consumidor a pesar del contexto global restrictivo y los episodios de tensión geopolítica.
En términos cambiarios, el dato refuerza el soporte fundamental del peso, al indicar que la actividad interna mantiene dinamismo suficiente para contrarrestar parcialmente los riesgos provenientes del exterior.
Tensiones comerciales y declaraciones políticas aumentan el riesgo para la divisa
El entorno político se volvió más complejo para la moneda mexicana tras nuevas declaraciones de Donald Trump, quien acusó a México de incumplir el Tratado de Aguas y amenazó con aplicar aranceles adicionales. El episodio reactivó el riesgo bilateral y elevó la sensibilidad del mercado a cualquier titular relacionado con el T-MEC.
A pesar de ello, organismos empresariales de México, Estados Unidos y Canadá reiteraron su intención de preservar un T-MEC sin barreras, postura favorable para el tipo de cambio. La presidenta Sheinbaum respondió con firmeza a las declaraciones de Trump, con el objetivo de reducir el impacto reputacional.
En el ámbito económico interno, el IMSS reportó 48,595 empleos formales creados en noviembre. Aunque moderado, el dato es positivo. Sin embargo, el crecimiento del circulante, el aumento de la informalidad y los costos fiscales crecientes apuntan a riesgos inflacionarios que podrían llevar a Banxico a mantener una postura monetaria conservadora. Adicionalmente, el avance de la Ley Arancelaria en Estados Unidos abre la puerta a políticas comerciales más agresivas.
Perspectiva del peso mexicano: rango de operación y factores clave del día
El peso mexicano inicia la jornada con estabilidad, respaldado por tasas reales elevadas y un Banco de México prudente. No obstante, la combinación de una Fed menos dovish y un repunte en las tensiones comerciales limita el potencial de fortalecimiento adicional de la divisa.
Para la sesión, el tipo de cambio podría fluctuar en un rango estimado de 18.12–18.21 por dólar, con un sesgo condicionado al comportamiento de las solicitudes de subsidio por desempleo en Estados Unidos y a cualquier actualización relacionada con el T-MEC o el conflicto del agua.
Aunque la divisa mexicana mantiene fortaleza relativa, el mercado se encuentra en un punto de máxima sensibilidad a factores políticos, particularmente a cualquier señal de deterioro en la relación bilateral con Estados Unidos.

