La banca ya cambió… aunque muchos todavía no se han dado cuenta. Lo más novedoso es que el nuevo sistema bancario no llegará con una nueva sucursal ni con un logo distinto en la esquina.
Llegará —o más bien, ya está llegando— de forma silenciosa, integrada en las apps que usas todos los días, en los comercios donde compras y en las plataformas que resuelven tu vida cotidiana.
Así lo reveló AurumCore, plataforma de habilitación de servicios financieros de nueva generación, que anticipó que la banca del futuro será invisible, pero tendrá un impacto directo en cómo usas, mueves y entiendes tu dinero.
¿Cuándo llegarán los bancos del futuro?
A través del artículo ¿Cuál es el futuro de la banca digital?, AurumCore señaló que –en los próximos cinco años– más de 70% de la población adulta del mundo utilizará algún servicio financiero digital.
Indicó que tal escenario es una tendencia que avanza rápido, especialmente en América Latina, donde el uso del celular y el acceso a Internet están acelerando una transformación profunda.
La diferencia, apuntó, es que ahora la banca ya no gira solo alrededor de rapidez o disponibilidad, sino de la cercanía, claridad y experiencias que se adaptan a la vida real de las personas.
¿Cuál es el futuro de las Fintech?
La firma destacó que las fintech están en el centro del cambio que llevará a México y al resto del mundo, debido a que no solo están crean productos nuevos de ahorro, crédito e inversión, sino que están rearmando el sistema desde sus cimientos.
Refirió que, en este momento, ofrecer servicios financieros ya no depende de tener un banco tradicional, porque hoy las plataformas tecnológicas permiten que más actores diseñen, prueben y lancen soluciones financieras justo donde existe una necesidad concreta.
Anticipó que el dinero dejará de ser un trámite complicado y se convertirá en una herramienta integrada a la vida diaria. Este modelo está abriendo la puerta a millones de personas que antes quedaban fuera.
Llega la banca más humana
AurumCore resaltó que las nuevas soluciones digitales, con estructuras flexibles, permiten crear productos pensados para mujeres emprendedoras, trabajadores independientes, comunidades rurales o personas que nunca habían tenido acceso real al sistema financiero.
La banca, subrayó, empieza a volverse más humana. El desarrollo de nuevos productos ya considera factores que antes se ignoraban: identidad digital, contexto cultural, brechas tecnológicas, edades, hábitos y momentos de vida.
El objetivo ya no es solo cobrar o prestar, sino acompañar decisiones financieras, con información clara y herramientas útiles. De aquí a 2030, lo que hoy llamamos banca digital será apenas la base.

