El Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones contra el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) y su principal dirigente, José Antonio Yépez Ortiz, alias “El Marro”, por su participación clave en actividades ilícitas como el robo de hidrocarburos, la generación de violencia criminal y el blanqueo de recursos.
Las autoridades estadounidenses señalaron que estas operaciones han tenido un impacto significativo en la seguridad y la economía, al fortalecer las estructuras financieras y operativas del grupo delictivo. A través de estas medidas, se busca debilitar sus redes y limitar su capacidad de acción tanto dentro como fuera de México.
Tesoro de EU va contra las finanzas del Cártel de Santa Rosa de Lima
A pesar de haber sido condenado a una pena de 60 años de prisión, “El Marro” continúa influyendo en las actividades del cártel, ya que presuntamente sigue transmitiendo instrucciones y órdenes mediante intermediarios, entre ellos abogados y familiares cercanos.
De acuerdo con la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), el CSRL obtiene la mayor parte de sus ingresos ilícitos del robo de combustible y petróleo en el estado de Guanajuato. La violenta disputa que mantiene con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por el control de estas actividades ha convertido a la entidad en una de las más peligrosas y letales del país.
Además, el Tesoro estadounidense advirtió que estas operaciones criminales facilitan un mercado energético ilegal transfronterizo que afecta a empresas legítimas de Estados Unidos y priva al gobierno mexicano de ingresos fiscales esenciales.
El control del combustible, eje del conflicto criminal
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, afirmó que la actual administración estadounidense mantiene el compromiso de combatir y desmantelar a los cárteles para proteger a la población. Señaló que el Departamento del Tesoro está actuando de forma agresiva para bloquear el acceso de estas organizaciones al sistema financiero estadounidense, sin importar el método que utilicen para generar o lavar dinero.
El robo de combustible, conocido en México como huachicol, se ha convertido en la principal fuente de ingresos no relacionada con drogas para los cárteles. Estas redes sustraen hidrocarburos de Petróleos Mexicanos (Pemex) mediante sobornos a empleados corruptos, perforaciones clandestinas en ductos, robos a refinerías y el asalto de pipas; posteriormente, el combustible robado se vende en el mercado negro en México, Estados Unidos y Centroamérica.
En el caso del crudo, OFAC detalló que suele ser introducido de contrabando a Estados Unidos mediante intermediarios que lo etiquetan falsamente como residuos o materiales peligrosos para evadir impuestos y regulaciones. Una vez en territorio estadounidense, es vendido con grandes descuentos en los mercados energéticos, y las ganancias regresan a los cárteles en México, prácticas que han provocado pérdidas multimillonarias para Pemex y han impulsado la violencia y la corrupción en diversas regiones del país.
Pérdidas millonarias para Pemex y empresas energéticas
El Cártel de Santa Rosa de Lima surgió alrededor de 2014 y debe su nombre a la comunidad guanajuatense de donde provenían sus primeros integrantes. En octubre de 2017, el grupo declaró la guerra al CJNG por el control del llamado “Triángulo de las Bermudas”, una zona estratégica del estado donde se concentran ductos y una refinería de Pemex.
En años recientes, autoridades mexicanas han detenido a integrantes del CSRL y asegurado miles de litros de hidrocarburos robados, así como pipas y equipo de extracción clandestina.
Las sanciones implican el bloqueo de todos los bienes e intereses del CSRL y de “El Marro” en Estados Unidos, así como la prohibición de cualquier transacción que los beneficie. El Departamento del Tesoro advirtió que violar estas medidas puede derivar en sanciones civiles y penales severas, al tiempo que reiteró que el objetivo final es debilitar de forma estructural a las organizaciones criminales transnacionales.

