Las personas migrantes no solo sostienen buena parte de la fuerza laboral en Estados Unidos; también son contribuyentes clave para la recaudación fiscal de ese país. De acuerdo con el investigador del Instituto de Geografía (IGg) de la UNAM, Guillermo Castillo Ramírez, los migrantes —incluidos los indocumentados— pagan impuestos y realizan trabajos esenciales que apuntalan a la economía estadounidense.
Con base en cifras recientes del American Immigration Council, el académico explicó que tan solo en 2023 los hogares de migrantes aportaron alrededor de 651 mil 900 millones de dólares en impuestos en Estados Unidos, entre contribuciones federales, estatales y locales. Una parte importante de esos recursos financia servicios como salud, educación y seguridad pública.
Pese a ello, en el debate político de Washington, en particular en el entorno de la administración de Donald Trump, persiste el discurso que presenta a las personas en movilidad como una carga o una amenaza, ignorando la evidencia económica y social.

Migrantes indocumentados: casi 5% de la fuerza laboral
Castillo Ramírez recordó que las personas indocumentadas también forman parte estructural del mercado laboral estadounidense. De acuerdo con estimaciones elaboradas con datos del Pew Research Center, para 2022 había alrededor de 11 millones de migrantes sin papeles en Estados Unidos, lo que representaba cerca de 5% de la fuerza laboral.
Estas personas se concentran en sectores considerados estratégicos para la economía de ese país: agricultura, construcción, empaquetadoras de alimentos, servicios, labores de cuidado y limpieza. En el caso específico del campo, investigaciones periodísticas señalan que entre 40 y 50% de quienes trabajan en labores agrícolas carecen de autorización migratoria.
El investigador subrayó que, lejos de “quitarle el trabajo” a los estadounidenses, estos trabajadores sostienen cadenas productivas enteras con bajos salarios y pocas protecciones laborales.

UNAM brinda asesoría legal
En este contexto, Castillo Ramírez destacó la plataforma digital UNAM, Acción Migrante, creada por la Universidad Nacional y la Secretaría de Relaciones Exteriores en febrero de 2025 como una herramienta de acompañamiento para personas en movilidad, principalmente en Estados Unidos.
El sitio ofrece una tarjeta bilingüe de derechos que puede descargarse en el teléfono celular para usar en caso de emergencia, así como orientación jurídica y apoyo en salud mental ante problemas como ansiedad o depresión asociados al tránsito y la estancia en contextos hostiles.
También pone a disposición recursos bibliográficos elaborados por especialistas en migración, además de datos de contacto de las sedes de la UNAM en Estados Unidos y de los consulados de la cancillería mexicana.
De acuerdo con datos de la plataforma, hasta septiembre pasado Acción Migrante registraba en promedio una visita directa cada cinco minutos para consultar sus servicios de asesoría jurídica, apoyo psicológico o capacitación. Aunque recibe consultas de múltiples países, aproximadamente la mitad proviene de territorio estadounidense.

Migrantes cometen menos delitos que los estadounidenses
Frente a la narrativa de criminalización impulsada desde el gobierno de Donald Trump, el investigador del IGg de la UNAM subrayó que los datos disponibles muestran una realidad distinta. Estudios del Cato Institute y del Institute for Economic Policy de la Universidad de Stanford han documentado que las personas migrantes tienen menos probabilidades de ser encarceladas que los ciudadanos estadounidenses blancos.
De acuerdo con esas investigaciones, la tasa de encarcelamiento para migrantes indocumentados se ubica en alrededor de 613 personas por cada 100 mil habitantes, frente a 1,221 por cada 100 mil ciudadanos estadounidenses. Es decir, los migrantes sin papeles tienen aproximadamente la mitad de probabilidad de estar en prisión.
Castillo Ramírez advirtió que la criminalización y la discriminación migratoria no se apoyan en datos oficiales, sino en prejuicios que son políticamente redituables en contextos electorales. Por ello, consideró indispensable que las políticas públicas se sustenten en evidencia y no en discursos xenófobos.
Para Castillo Ramírez resaltó que mientras las personas migrantes sostienen sectores clave de la economía estadounidense y aportan cientos de miles de millones de dólares en impuestos, el debate público sigue dominado por narrativas que las presentan como una amenaza.

