La Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México (SECGOB) dio continuidad durante 2025 a la acción social “Sí al Desarme, Sí a la Paz”, una estrategia preventiva que busca disminuir la presencia de armas de fuego en los hogares y comunidades, a través de su canje voluntario y anónimo por dinero en efectivo, sin consecuencias legales para las personas participantes.
Más de mil 300 armas destruidas en 2025
Durante el ejercicio 2025, y en coordinación con el módulo del Gobierno de México instalado en la Basílica de Guadalupe, se logró el canje y destrucción de 1,378 armas de fuego, de las cuales:
- 995 fueron armas cortas
- 279 armas largas
- 48 armas tipo pluma
- 56 granadas
Además, se retiraron de circulación 69 mil 868 estopines o cápsulas detonantes y 92 mil 324 cartuchos, contribuyendo de manera directa a la reducción de riesgos en los hogares y en los entornos comunitarios de la capital.
Prevención de violencias y reducción de riesgos en los hogares
La presencia de armas de fuego sin control representa un riesgo latente para la comisión de homicidios, feminicidios, delitos de alto impacto y accidentes fatales. Por ello, esta acción social se consolida como una herramienta clave para prevenir violencias, lesiones y muertes accidentales, al tiempo que fortalece la cultura de la no violencia en la Ciudad de México.
Inversión social y participación ciudadana
Para la implementación de esta estrategia durante 2025, se ejerció un presupuesto de 4 millones 966 mil 308 pesos, destinado al canje de armas y al fortalecimiento operativo del programa.
En términos de impacto social, 845 personas resultaron beneficiadas, de las cuales:
- 289 fueron mujeres, equivalentes al 34 %
- 556 hombres, que representan el 66 %
Estas cifras reflejan la participación activa de la ciudadanía en este mecanismo institucional de carácter preventivo, que prioriza la seguridad y la paz social.
Un compromiso permanente con la paz en la CDMX
Con acciones como “Sí al Desarme, Sí a la Paz”, el Gobierno de la Ciudad de México reafirma su compromiso con la prevención del delito, la reducción de violencias y la construcción de entornos seguros, impulsando una política pública que coloca la vida, la paz y la seguridad comunitaria como ejes centrales del bienestar social.

