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Entregan gallinas ponedoras a jefas de familia para producir huevo en Tlalpan

Gallinas y huevos cambian la vida de 800 familias en Tlalpan: economía social que nace en los hogares

CDMX
Gallinas y huevos cambian la vida de 800 familias en Tlalpan: economía social que nace en los hogares Tlalpan

En patios, azoteas y pequeños corrales de Tlalpan, las gallinas ponedoras se han convertido en un motor de bienestar. Gracias al programa “Mujeres Tlalpenses produciendo con huevos”, impulsado por los diputados Alberto Vanegas y Pedro Haces Lago, más de 800 familias hoy producen su propio alimento y generan ingresos a partir de más de 80 mil gallinas entregadas en la alcaldía.

De gallinas ponedoras a huevos seguros en la mesa

El programa está dirigido a madres solteras y mujeres adultas mayores, quienes reciben gallinas ponedoras para producir huevo fresco en casa, garantizando un alimento básico diario y reduciendo el gasto familiar.

Cada pequeña granja puede producir hasta 4.5 kilos de huevo por semana, lo que permite a las familias consumir una parte y vender el resto dentro de su comunidad, activando una red de economía local basada en la solidaridad y el comercio justo.

“Las gallinas empiezan a producir y el huevo se convierte en comida para la familia o en ingreso inmediato. Así es como la economía nace desde abajo”, explicó el diputado Alberto Vanegas Arenas.


Huevos que generan ingresos y empoderan a las mujeres

Más allá del alimento, las gallinas ponedoras representan autonomía económica. Las beneficiarias no dependen de intermediarios ni de grandes inversiones: el huevo se vende entre vecinas, familiares y conocidos, fortaleciendo el tejido social en Tlalpan.

Vanegas subrayó que este modelo permite a las familias pasar de la subsistencia a la producción, demostrando que la transformación social comienza en los hogares, con proyectos productivos sencillos pero sostenibles.

800 hogares sin escasez de huevo en Tlalpan

Durante un encuentro con 800 mujeres beneficiarias, el diputado Pedro Haces Lago destacó el impacto directo del programa en la seguridad alimentaria:

“Son 800 hogares que nunca van a tener escasez de huevo. Este programa nace para que siempre haya un plato asegurado en la mesa y, si las mujeres lo deciden, una fuente de ingreso”.

El huevo, uno de los alimentos más completos y accesibles, se convierte así en una herramienta contra la desigualdad.

Un modelo que crece gallina a gallina

Actualmente, el programa se encuentra en su tercera generación. Cada beneficiaria inicia con 14 gallinas ponedoras y, en cada nueva etapa, recibe tres gallinas adicionales, permitiendo que la producción aumente de forma progresiva y sostenible.

Gracias a este esquema, las mujeres de la primera generación hoy cuentan con hasta 20 gallinas, consolidando pequeñas granjas familiares que producen alimento todos los días.

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