A partir del 1 de enero de 2026, los consumidores en México pagarán más por cada litro de combustible. La actualización inflacionaria al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) elevará la carga fiscal sobre gasolina Magna, Premium y diésel, además de otros energéticos, lo que se traducirá en un incremento del precio final en las gasolineras.
Aumento a gasolina y diésel
Con el ajuste fiscal, las nuevas cuotas del IEPS para combustibles quedarán de la siguiente manera:
- Gasolina Magna: 6.70 pesos por litro.
- Gasolina Premium: 5.65 pesos por litro.
- Diésel: 7.36 pesos por litro.
A estos montos federales se suman los impuestos estatales, que serán de 59 centavos por litro en Magna, 72 centavos en Premium y 49 centavos en diésel. La combinación de ambos gravámenes elevará el precio final que automovilistas y transportistas paguen en las estaciones de servicio.
La medida forma parte de la política del gobierno federal para mantener la recaudación alineada con la inflación, pero implica un encarecimiento inmediato del consumo de combustibles fósiles.

Impacto directo en automovilistas y transporte
El aumento del IEPS se reflejará de forma directa en el bolsillo de:
- Automovilistas particulares, que deberán destinar una mayor parte de su ingreso al gasto en gasolina.
- Transportistas de carga y pasaje, cuyo principal insumo operativo es el diésel.
- Sistemas de transporte público e industria logística, altamente dependientes del consumo de combustibles.
Al encarecer el costo por litro, las empresas del sector transporte enfrentan mayores costos de operación, lo que abre la puerta a ajustes en tarifas o recortes en otros rubros para compensar el incremento fiscal.

Riesgo de mayor inflación en 2026
Especialistas advierten que el ajuste al IEPS podría presionar la inflación general durante 2026. Históricamente, los incrementos en los combustibles tienden a trasladarse al resto de la economía, debido a que el transporte es un componente clave en la formación de precios.
En este contexto, los hogares podrían enfrentar un inicio de año más caro, no solo al llenar el tanque, sino también en el pago de transporte, productos básicos y servicios que dependen de cadenas logísticas alimentadas por combustibles fósiles.
La actualización inflacionaria del IEPS a gasolinas y diésel que entrará en vigor el 1 de enero de 2026 confirma que el combustible seguirá siendo un factor clave en la presión sobre el bolsillo de los hogares y los costos de las empresas.

