La Casa Blanca transmitió este miércoles 24 de diciembre un en vivo titulado “President Trump Participates in NORAD Santa Calls”, una actividad enmarcada en la tradición anual NORAD Tracks Santa, que permite a niñas y niños de distintos puntos del país hacer preguntas sobre el recorrido de Santa Claus.
Durante la transmisión, el presidente Donald Trump sostuvo varias llamadas telefónicas que, además de conservar un tono festivo, incluyeron referencias políticas, económicas y de seguridad nacional, lo que generó momentos llamativos y, en algunos casos, humorísticos.
Trump participa en llamadas con niños
A lo largo de las conversaciones, Trump combinó respuestas dirigidas a un público infantil con mensajes que han sido constantes en su discurso público. Al hablar con menores de estados como Oklahoma y Pennsylvania, destacó el respaldo electoral que recibió en esas entidades.
En materia internacional, el mandatario comentó que, tras las llamadas, debía retomar asuntos relacionados con China, Rusia y Ucrania, mientras que en un momento inesperado defendió el uso del “carbón limpio y hermoso”, luego de que un niño expresara que no quería carbón como regalo de Navidad.
Uno de los episodios más peculiares fue su explicación sobre el rastreo de Santa Claus. Trump señaló que el monitoreo sirve para garantizar que Santa “sea bueno” y para evitar que “un Santa malo” se infiltre en el país, vinculando la figura navideña con conceptos de seguridad fronteriza.
Las respuestas del presidente también dejaron momentos ligeros. A una niña de ocho años que preguntó si Santa se enojaría si no le dejaban galletas, Trump respondió que no estaría enojado, pero sí “muy decepcionado”, bromeando sobre el apetito de Santa. En otra llamada, calificó a un niño que pidió un Kindle como alguien de “alto coeficiente intelectual”.
El evento cerró como una muestra de cómo una tradición infantil fue utilizada para proyectar mensajes políticos, combinados con humor y referencias propias de la temporada navideña.
