El cáncer ginecológico continúa siendo una de las principales amenazas para la salud de las mujeres en México, particularmente por los diagnósticos tardíos que reducen significativamente las posibilidades de supervivencia. Especialistas advierten que la falta de detección temprana sigue siendo uno de los principales retos, sobre todo en cáncer de endometrio, ovario y cuello uterino, los más frecuentes en el país.
La oncóloga médica Norma Miriam Valencia Mijares explicó que los cánceres ginecológicos abarcan tumores de endometrio, ovario, cérvix, vagina y vulva, aunque los tres primeros concentran la mayor incidencia. En el caso del cáncer de ovario, señaló que los síntomas suelen ser inespecíficos: como molestias urinarias, estreñimiento o dolor abdominal, lo que provoca que muchas mujeres los confundan con padecimientos menores y retrasen la consulta médica.

Tipos de cáncer ginecológico y factores de riesgo
Para el cáncer de endometrio, la especialista advirtió que suele presentarse en mujeres perimenopáusicas o posmenopáusicas, quienes frecuentemente atribuyen los sangrados anormales a cambios hormonales propios de la edad. Esta confusión, dijo, contribuye a que el diagnóstico se realice cuando la enfermedad ya se encuentra en etapas avanzadas.
Valencia Mijares subrayó la importancia de no esperar a la aparición de síntomas y priorizar los estudios de detección temprana, especialmente en mujeres mayores de 40 años o con factores de riesgo como diabetes, sobrepeso u antecedentes familiares. Entre las recomendaciones destacó el ultrasonido pélvico anual, además del Papanicolaou, como herramientas clave para identificar alteraciones en ovarios y matriz de forma oportuna.
La especialista recalcó que el pronóstico mejora de manera considerable cuando el cáncer se detecta en etapas iniciales, ya que incluso puede curarse con tratamientos menos agresivos. En contraste, en fases avanzadas se requieren terapias más intensivas como quimioterapia y radioterapia, con menores probabilidades de supervivencia.

Prevención, diagnóstico y tratamiento multidisciplinario
Asimismo, enfatizó que el tratamiento debe abordarse desde un enfoque multidisciplinario que incluya oncología quirúrgica, oncología médica, radiooncología, psicología, nutrición y cuidados paliativos, estos últimos no solo al final de la vida, sino desde etapas tempranas para mejorar la calidad de vida de las pacientes.
Finalmente, hizo un llamado a las mujeres mayores de 60 años a no normalizar ningún sangrado o molestia ginecológica y a adoptar los chequeos anuales como una rutina de salud. “Un diagnóstico oportuno se traduce en una mejor calidad de vida y una mayor sobrevida”, concluyó.
