Un video que se ha vuelto viral en Instagram encendió de nuevo las alertas sobre un tema que muchos normalizan en la vida nocturna: las fotos y videos que te toman en el antro y terminan publicadas en redes sociales sin pedirte permiso. Más allá de la pena o el chisme del día siguiente, especialistas recuerdan que en México tu imagen está protegida por ley y su uso sin consentimiento puede implicar violaciones a derechos y, en algunos casos, consecuencias legales.
De acuerdo con la Ley Federal del Derecho de Autor, el retrato de una persona solo puede usarse o difundirse con su consentimiento expreso, salvo excepciones muy específicas, como cuando se trata de una persona que aparece de forma accesoria en una foto grupal o en un lugar público con fines informativos o periodísticos.

Entre la promoción y tu privacidad
En un antro o bar, donde la mayoría de las imágenes se suben para promoción, publicidad o simple entretenimiento en redes, esa línea se vuelve borrosa: muchas veces ni siquiera sabes que te grabaron o que tu cara quedó en la foto oficial de la noche.
Organismos de transparencia han advertido que lo que subes (o suben de ti) a redes sociales se convierte en información que puede ser usada para ubicarte, acosarte, suplantar tu identidad o exponerte a delitos, por lo que recomiendan limitar la difusión de imágenes personales y revisar la configuración de privacidad.

La delgada línea de las fotos en el antro
Abogados consultados en materiales académicos y de divulgación jurídica explican que, si una foto o video tuya se usa sin permiso con fines comerciales, o de una forma que afecte tu honra, tu vida privada o tu seguridad, puedes reclamar el retiro del contenido e incluso demandar por daño moral.
En la práctica, esto significa que si un antro, un fotógrafo de la noche o incluso otra persona publica en redes una imagen en la que apareces claramente identificable, sin que hayas dado autorización, tienes derecho a pedir que se baje el contenido y, en casos graves, acudir a la vía civil para reclamar la protección de tu imagen y una posible indemnización. Mientras la fiesta sigue en la pista, en internet esa foto puede quedarse años.
