En un nuevo intento de reducir la duración de los procesos de solicitud de asilo, el gobierno de Alemania aprobó hoy en Consejo de Ministros un nuevo modelo de gestión de peticiones que pasará a aplicarse en todo el país.
La Oficina Federal de Migración y Refugiados (BAMF, por sus siglas en alemán) será el ente encargado de impulsar este nuevo protocolo, más simple, que ya ha sido probado con éxito en algunos centros de llegada de refugiados.
El objetivo es que el tiempo de espera de los solicitantes de asilo se reduzca de forma considerable y que los expedientes antiguos se logren resolver en un plazo de cinco meses, mientras que las nuevas solicitudes se puedan aprobar o denegar en tan solo tres meses.
Para acortar los plazos de espera, la BAMF apuesta por una colaboración más estrecha entre las autoridades involucradas en el proceso de solicitud de asilo.
En los últimos meses, la Oficina de Migración y Refugiados logró acelerar de manera significativa los plazos de resolución de expedientes de asilo.
Así, mientras que a principios de año se gestionaban 600 casos al día, al final del primer trimestre de este 2016 se lograron resolver dos mil 500 expedientes diarios.
En los primeros cuatro meses del año, la BAMF despachó un total de 195 mil peticiones de asilo, un incremento de 150 por ciento con relación al mismo periodo del año pasado, cuando resolvió 77 mil solicitudes.
Asimismo, se produjeron avances en la solución de expedientes antiguos, es decir, aquellos que se presentaron antes de octubre de 2015, coincidiendo con el momento álgido de la ola migratoria.
El aceleramiento de los procesos se vio también favorecido por la introducción de la llamada “tarjeta de refugiados”, una especie de carnet que se otorga a los solicitantes de asilo y recopila su información personal.
Además de establecer este nuevo modelo de gestión de solicitudes de asilo, el gobierno de la canciller federal, Ángela Merkel, prevé aumentar la oferta de los cursos de integración para refugiados, de forma que la demanda esté totalmente cubierta.
Entre otras acciones, se incrementarán los cursos dirigidos a los solicitantes de asilo con buenas perspectivas de quedarse en el país. Para ello, el Ejecutivo planea incorporar entre 2015 y 2016 a unos 10 mil 600 nuevos profesores.
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