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Carente, lucha contra la obesidad infantil en Jalisco

Al año, la Clínica de Obesidad del Hospital Civil de Guadalajara, “Dr. Juan I. Menchaca”, recibe cerca  de 100 casos nuevos de menores con obesidad mórbida. Los niños entre los cinco y once años de edad son los que tienen mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad, incluso por arriba de los adolescentes, informó Edgar Manuel Vázquez Garibay, director de Nutrición Humana de la Universidad de Guadalajara.  

El combate contra la obesidad infantil en el estado se ha basado en acciones que no logran modificar los hábitos alimenticios de los niños de manera permanente,  pesan poco en la industria alimenticia y predominan sólo en escuelas, expresó el especialista.

“La clave es el fomento al peso saludable, ni siquiera es la prevención de sobrepeso y obesidad, es el cómo logramos que un niño tenga un peso saludable”. 

En 2014, Jalisco se sumó a la Estrategia Estatal para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, impulsada por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto. El modelo nacional busca el combate de dichas enfermedades crónicas en todas las edades.

Bajo este esquema, además de campañas de prevención ejecutadas en la entidad; en el ámbito escolar se iniciaron sanciones contra las escuelas que permitan la venta de comida chatarra.
Sin embargo, de acuerdo con el experto, se debe ir más allá con acciones que logren cambios estructurales en lo social, cultural y político.

“Si a un niño le dicen en el escuela qué debe y qué no comer y en casa hace todo lo contrario esto no funciona, se tiene que trabajar de forma simultánea”.

Vázquez Garibay refirió que buscar erradicar la obesidad y el sobrepeso infantil sólo desde las escuelas es insuficiente frente a la prevalencia de venta y compra de comida chatarra en la calle, afuera de estadios, plazas públicas y comerciales e incluso el consumo en el propio hogar. 

 “Por ejemplo, los refrescos son un proceso de aculturación. Nosotros, hace cien años, no sabíamos de los refrescos y, ahora, las mamás los ponen al centro de la mesa. Son procesos que hemos ido adquiriendo”, a la par del alto consumo de productos procesados que han logrado acapararse de la dieta familiar.

El problema de obesidad y sobrepeso en niños es preocupante; sin embargo, dijo, se debe estar consciente que las acciones efectivas para erradicar estos padecimientos muestran los efectos a largo plazo.  No obstante, debe trabajar en conjunto gobierno y sociedad para generar verdaderos cambios en el estilo de vida, a fin de mantener un peso saludable. 

Agregó que se debe contemplar acuerdos que logren motivar a las industrias alimenticias modificar su oferta y regular las porciones de sus productos, así como contribuir en la concientización de los efectos del consumo excesivo de su mercancía.

Además, para el fomento de actividad física, se debe contemplar la conservación de áreas verdes que garanticen seguridad y logren ser un espacio de esparcimiento familiar. 

“Los monstruos de edificios, la escasez de áreas donde los niños jueguen y la inseguridad, porque los papás no los dejan salir y los dejan clavados en la televisión en el sedentarismo”, haciéndolos propensos a desarrollar otras enfermedades como diabetes e hipertensión arterial.
 

Destacado
“Si un niño es obeso en la etapa escolar tiene 50% de probabilidad de ser obeso como adulto; si llega a la adolescencia con obesidad tiene 80% de probabilidad de ser obeso como adulto”.
Edgar Manuel Vázquez Garibay.
Director de Nutrición Humana de la Universidad de Guadalajara.

La cifra
3 millones
430 mil jaliscienses aproximadamente tienen obesidad y sobrepeso.

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