La discriminación laboral y social que sufren los trabajadores domésticos, ubican a México a la altura de países como Nicaragua y Haití, naciones donde laborar en la servidumbre del hogar “tiene remanentes de esclavitud”.
El presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Ricardo Bucio, hizo esta aseveración al señalar que nueve de cada 10 personas que se desempeñan como empleados del hogar no cuentan con un contrato o documento que garantice sus derechos laborales.
Evidenció que cinco de cada 100 trabajadoras domésticas reciben comida y un lugar para dormir como compensación a su servicio, sin atención médica.
Frente a esta realidad, el Gobierno federal lanzó el programa Infonavit en tu hogar, el cual permite que dichos empleados sean registrados por sus patrones al régimen de ahorro para la vivienda.
La medida establece que los empleadores pueden cubrir una cuota de 220 a 230 pesos mensuales, por cada trabajador, para que estos últimos obtengan un crédito para comprar una casa.