Hasta el mediodía de este lunes la Policía de Monterrey y el Ejército mexicano contabilizaron 110 toneladas de fuegos pirotécnicos decomisados de bodegas clandestinas, ubicadas en la colonia Madero.
Sin embargo, extraoficialmente trascendió que durante la mañana del 26 de diciembre, trabajadores sacaron 20 toneladas más, aunque aún no se ha confirmado.
De ser así, serían 130 toneladas de petardos las que han sido confiscadas por las autoridades, aunque se mencionó que esta es una cifra conservadora ya que se espera que al final de la requisa el total ascienda a 200 toneladas porque todavía se está trabajando en desalojar los inmuebles, informó la autoridad.
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La semana pasada una llamada anónima alertó a las autoridades respecto a que un domicilio de la colonia Madero, funcionaba como bodega de fuegos artificiales.
Al día siguiente la Policía de Monterrey encontró dentro de dos camionetas modelo Transit 188 cajas con petardos conocidos como R-15, considerados como altamente peligrosos.
Los contenedores fueron entregados a la FGR que continuará con las investigaciones.
Los vehículos se encontraban a las afueras del domicilio ubicado en calle Luis G. Urbina, entre Lucio Blanco y Plan de Guadalupe.
Al realizar las primeras inspecciones dentro de la bodega se encontró un tráiler en cuyo interior había más pirotecnia.
Hace dos semanas se publicó en el Periódico Oficial del Estado que por los altos niveles de contaminación que imperan en Monterrey, y para evitar empeorar aún más esta situación, el Gobierno del Estado ya hizo oficial que las actividades de compra-venta de fuegos artificiales quedan prohibidas.
“El Ejecutivo a mi cargo no otorgará opinión favorable a personas físicas o privadas para la realización de actividades de compra-venta de artificios pirotécnicos”, destaca la publicación en el Periódico Oficial del Estado.
La Policía de Monterrey y el Ejército supervisaban a trabajadores que continuaban extrayendo cajas llenas de pirotecnia.
La Fiscalía de Nuevo León ya está realizando las investigaciones correspondientes para saber quién es el dueño de las bodegas y de dónde proviene tal cantidad pirotecnia.
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Los vecinos del lugar coincidieron en señalar que ignoraban que a unos metros de sus casas hubiera un peligro latente.
