La Sesión Permanente del Congreso de Nuevo León aprobó por unanimidad un Punto de Acuerdo presentado por la diputada Tabita Ortiz y dirigido a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) solicitando información que permita saber en qué condiciones se encuentra la infraestructura de la empresa en caso de situaciones extraordinarias como tormentas y vientos en el estado.
Ortiz advirtió que, de acuerdo a Conagua el fenómeno de “La niña” es una condición “anómala” que se relaciona con la temperatura superficial del mar, en especial con la temperatura del Pacífico tropical, lo cual favorece la aparición de ciclones y lluvias torrenciales.
“Al revisar un análisis de la organización meteorológica mundial, se puede ver un pronóstico de 50% de posibilidad de que este fenómeno se presente entre junio y agosto, mientras que para el periodo de agosto-noviembre aumenta la probabilidad al 70%”, señaló la diputada emecista.
Esta situación añadió Ortiz, podría traer consigo una buena cantidad de agua, lo cual sería muy valioso para la entidad.
“Sin embargo, estos fenómenos meteorológicos intensos y repentinos, también representan un peligro para las comunidades, en especial para la infraestructura eléctrica de la ciudad”.
La semana pasada, dijo, se presentó ante la diputación permanente una solicitud hacia la CFE, la cual consistía en realizar campañas de concientización energética, una solicitud de mantenimiento a la red, y que se cuente con el equipo necesario para atender posibles fenómenos repentinos que causen cortes de luz.
“Se ha hablado mucho de que la red en la entidad es obsoleta y frágil, se mencionan transformadores con poca capacidad, postes en pésimas condiciones, cableados flojos, o muy cerca del piso, e incluso se ha referido que la Comisión Federal se encuentra en riesgo de no poder satisfacer la demanda de la entidad”, destacó Ortiz.
Dicha información, agregó, es preocupante.
“Toda vez que nuestra metrópoli es una de las más pobladas del país, y una de las que más actividad industrial registra, por lo que una disrupción del servicio eléctrico pone en peligro a millones de personas ante nuestros veranos intensos y puede causar pérdidas millonarias a los polos de trabajo del estado”.
La legisladora naranja señaló como fundamental que se pueda tener un diagnóstico claro de cómo se encuentra la red eléctrica en la entidad, cuántos transformadores, que capacidad tienen, cuantos kilómetros de cableado eléctrico y en qué condiciones se encuentran.
“Y que con base a una estimación de la propia CFE, podamos tener una idea de cuanta inversión se necesitaría para poder tener a punto la el sistema”, detalló. “Con esos datos nos sería posible llevar las solicitudes a las autoridades pertinentes para la obtención de presupuesto, para la asignación de insumos y para poder gestionar todo lo necesario para ir cambiándole la cara a un sistema eléctrico que es frágil, y que ante cualquier aire fuere termina por ceder y dejar a millones o miles de personas sin luz”.
Ortiz leyó que con fundamento en los artículos 4 y 5 de la Ley de la Comisión Federal de Electricidad y con fundamento en el artículo 3 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, se solicita de la manera más atenta al director general de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett información que permita saber en qué condiciones está la red.
La solicitud requiere un diagnóstico del sistema eléctrico en Nuevo León que incluya número de transformadores, antigüedad, capacidad, kilómetros de tendido eléctrico, cantidad de postes, inventario de reportes e informe de zonas donde existan fallas de manera más frecuente en el suministro.
También con cuanto personal se cuenta para atender reportes cuando falla el suministro.
Como tercer punto se requiere una estimación de cuánto dinero se necesitaría para mejorar las condiciones de operación de la red, para reducir sus fallas durante periodos de lluvia o aire intensos.
Y qué acciones se han llevado a cabo y cuales faltan por hacer para mejorar la confiabilidad de la operatividad del sistema durante periodos de fuerte lluvia y aire.
