Con inmensa alegría y gratitud, así recibió la Arquidiócesis de Monterrey la noticia de la elección del nuevo Santo Padre, sucesor de San Pedro y Pastor universal de la Iglesia, el Papa León XIV.
“La proclamación del Habemus Papam resuena en nuestros corazones como un canto de esperanza y unidad para todos los fieles del mundo”, señaló Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey.
Este, añadió monseñor, momento marca el inicio de una nueva etapa en la vida de la Iglesia.
“Tras el legado del Papa Francisco, recordado por su cercanía, humildad y compromiso con los más necesitados, el nuevo Pontífice León XIV asume la misión de guiar al Pueblo de Dios en tiempos de desafíos y oportunidades.
“Elevamos nuestras oraciones para que el Espíritu Santo ilumine su pontificado, fortaleciendo su fe y sabiduría. Que su liderazgo continúe promoviendo una Iglesia abierta, misericordiosa y comprometida con la justicia social, el cuidado de la creación y la dignidad humana”, destacó Cabrera López.
Espera que este nuevo capítulo en la historia de la Iglesia sea fuente de renovación espiritual y evangelización, inspirando a todos los creyentes a vivir con autenticidad el mensaje del Evangelio.
“¡Damos gracias a Dios por este regalo y nos unimos en oración por nuestro nuevo Papa León XIV!”.
El nuevo Papa
Robert Francis Prevost es el primer Papa de origen estadunidense, tiene 69 años de edad y también tiene nacionalidad peruana por sus vínculos tan estrechos con ese país sudamericano.
Ha pasado la mayor parte de su vida fuera de Estados Unidos, es políglota y se ordenó como sacerdote en 1982 a los 27 años.
También es doctor en Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino en Roma.
Llegó a como misionero a Perú a mediados de los años 80 y además se desempeñó como profesor y obispo.
En Perú se le recuerda cono un sacerdote siempre compasivo de las comunidades más pobres.
