La reciente muerte de un médico residente del IMSS en circunstancias no esclarecidas ha reavivado las denuncias sobre el acoso sistemático que sufren los profesionales en formación dentro del Instituto.
Entre las voces que hoy cobran fuerza está la del Dr. Edgar Said García García, exresidente de la especialidad en Anatomía Patológica en la UMAE 25 de Monterrey, quien en 2022 solicitó protección institucional tras denunciar hostigamiento, violaciones a la normativa médica y negligencia por parte de sus superiores.
“Afortunadamente no logré quitarme la vida”, dijo Said en una declaración reciente. “Hoy puedo decir que vivo plenamente, pero decidí no regresar al ambiente de acoso y hostigamiento rutinario del IMSS”.
Documentó abusos, omisiones y encubrimientos
En su denuncia, Said documentó una red de irregularidades encabezadas, según su testimonio, por el entonces jefe del Departamento de Anatomía Patológica, Dr. Manuel Fidencio Guerrero Garza, así como por la Dra. Erika Karina Pérez Torres, designada como profesora titular de la especialidad pese a no contar con cédula de especialista ni certificación por el Consejo de Anatomopatología.
El médico también relató cómo fue excluido de evaluaciones teóricas injustificadamente, cómo fue objeto de vigilancia y cómo se le negaron rotaciones clínicas por represalias. En sus documentos oficiales —de los cuales este medio tiene copia— se acredita que Said contaba con evaluaciones aprobatorias en áreas afectiva, psicomotriz y cognitiva. Pese a ello, fue dado de baja temporal con base en un dictamen médico “no vinculatorio” utilizado como justificación administrativa.
Said advirtió además que no fue el único. Durante su tratamiento psicológico y psiquiátrico dentro del mismo IMSS, sus terapeutas le confirmaron haber atendido a otros residentes en situación similar, víctimas también del presunto acoso del Dr. Fidencio Guerrero.

IMSS responde ante acoso
Uno de los elementos más delicados que emergen de su testimonio es que el programa de especialidad en Dermatología fue cerrado y reubicado dos años antes por situaciones similares de acoso en la misma sede: la UMAE 25. El caso fue ignorado por las autoridades centrales.
“Para el Instituto Mexicano del Seguro Social es fundamental cuidar la salud mental de nuestros médicos residentes y de toda la plantilla institucional (...)reprobamos categóricamente cualquier tipo de hostigamiento. Refrendamos nuestra postura de cero tolerancia ante estos hechos y llamamos a quienes los hayan experimentado a que denuncien por las vías institucionales", dijo el doctor José María Sepúlveda Núñez, director de la UMAE 25