Ante las constantes apariciones de fauna salvaje, especialmente osos y pumas en sectores residenciales del área metropolitana Glen Villarreal Zambrano, actual diputado del Congreso de Nuevo León, señaló que muchas de estas colonias, donde se registran avistamientos, no debieron edificarse.
El motivo principal es que están en la sierra, hábitat natural de grandes felinos y plantígrados.
Ante la duda de si el gato salvaje que apareció ayer en la colonia Rincón de las Montañas era un puma o un yaguarundi, Villarreal Zambrano explicó que se trata de un felino que pertenece a la primera especie.
Añadió que se trata de un animal enfermo.
“Tiene sarna y quizá otras enfermedades porque, como es un puma que está en zonas urbanas, está comiendo basura y se enferma… está muy cerca de animales domésticos como el gato ese que agarró, que le puede pasar enfermedades a la fauna silvestre para las cuales no están preparadas.
“Este gato no era de casa, es un gato feral, que quiere decir, es un gato que vive en la calle”.
El emecista señaló que la colonia Sierra Alta probablemente nunca se debió de haber construido.
“Porque está metida en la sierra, en el territorio natural de Nuevo León, que es donde viven los pumas, los osos y demás”, señaló Villarreal Zambrano.
“Lo que tenemos que hacer es evitar atrayentes, esto es guardar muy bien nuestra basura, sacarla solamente cuando va a pasar el camión de la basura, usar contenedores anti fauna silvestre… anti pumas, anti osos”.
Resguardar a las mascotas
El exdirector de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León calificó de “muy importante” no tener a las mascotas afuera.
“Y si hay fauna doméstica que viva en la calle hablarle al municipio para que atienda el tema porque esta fauna doméstica, que vive en las zonas de amortiguamiento, entre la ciudad y la montaña causan un desequilibrio ecológico brutal.
“También nosotros como ciudadanos tenemos que entender que no todos los animales son propensos a translocación”.
Usualmente, dijo, cuando oso, pumas, pecaríes o zorros están en zonas urbanas, que están pegadas a áreas naturales, como por ejemplo el Parque Nacional Cumbres, que es el área natural protegida más grande de Nuevo León, no tiene caso ir a poner una trampa para salvar a ese animal.
“Lo que tienes que hacer es primero que no llegue y segundo, si llegó, espantarlo para que regrese al monte”.
La translocación, señaló el diputado, es para reincidentes o para situaciones de peligro grave, tanto para el animal como para la población, especialmente para el animal.
“En este caso se optó por poner una trampa, pero no es lo que siempre aplica”, señaló.