Alberto Anaya, dirigente nacional del Partido del Trabajo (PT) pedirá que se investiguen los hechos violentos que ocurrieron el 2 de octubre en CDMX, que derivaron en 40 personas lesionadas, entre civiles y policías.
“Desde luego, tienen que hacer una investigación profunda”, expresó Anaya después de la ceremonia conmemorativa del 2 de octubre en la Explanada de los Héroes en Monterrey.
Calificó de lamentable la situación ocurrida en la capital del país.
“Deben de ser fechas para conmemorar a los caídos del 2 de octubre, es una fecha luctuosa y lo que se debe evitar es precisamente la violencia. Hubo mucha violencia el 2 de octubre en Tlatelolco”.
Anaya señaló que lo ocurrido en CDMX es una situación inapropiada que no debe ocurrir.
“México ya vive en otra etapa”, aseguró en una breve entrevista.
Salen los jóvenes a las calles
Comparado con años anteriores cuando los contingentes que marchaban por los mártires del 2 de octubre estaban integrados por contemporáneos de las víctimas y personas mayores de 30 años, en esta ocasión fue visible la presencia de jóvenes.
Alrededor de 2 mil 500 personas marcharon desde la plaza Colegio Civil ubicada en la Avenida Juárez entre Washington y 5 de mayo, luego tomaron Ocampo y y finalmente Zaragoza en sentido contrario hasta llegar a la Explanada de los Héroes. Ñ
El grupo fue encabezado por la diputada local Lupita Rodríguez y por Alberto Anaya, quienes efectuaron todo el recorrido que duró aproximadamente 42 minutos.
Din embargo jóvenes estudiantes de las facultades de la Universidad Emiliano Zapata destacaron durante la trayectoria.
Armados con banderas y pancartas y al grito de “¡2 de octubre no se olvida!” los participantes de recorrido invitaban a los transeúntes a unirse a la conmemoración.
Al llegar a la Explanada de los Héroes Rodríguez señaló que aunque ya pasaron 57 años de los hechos ocurridos en la Plaza de las Tres Culturas, el recuerdo de las víctimas sigue imborrable.
Estudiantes de hoy y de 1968, que vivieron en carne propia la tragedia también enviaron mensajes para pedir a la ciudadanía que se mantenga vivo el recuerdo de los hechos.