La presencia de ejemplares del pez diablo, especie temida porque se le considera invasora, además de que devora los huevecillos de otros peces y puede provocar desequilibrio ecológico, fueron reportados en el Río La Silla y en la Presa de La Boca.
Un pescador de nombre Carlos Tijerina compartió imágenes del ejemplar adulto. También en el perfil ¿Qué Pasa en Nuevo León? se divulgó una imagen submarina donde se aprecian a varios peces diablo, nadando.
El paz diablo es considerado una plaga que puede modificar de forma un ecosistema marino.
De acuerdo a especialistas representa un riesgo para la fauna local.
Estos ejemplares desplazan a las especies nativas, además de que son depredadores por naturaleza. Pueden acabar con la población de mojarras y lobinas en tiempo récord.
Es especialista en cavar madrigueras en las profundidades de ríos y presas y esto erosiona el suelo y enturbia el agua.
Es originario del Amazonas por lo que se su llegada en los acuíferos de Nuevo León se considera pudo haber sido provocada por la mano humana al lanzar a ríos y presas a especies exóticas.
Al reproducirse sin control devasta las fuentes de alimento como algas, caracoles y otras fuentes de alimento para otros peces.
No tiene depredadores por lo que su población crece de manera desmesurada.
¿Qué hacer ante la presencia del pez diablo?
La presencia del pez diablo implica que otras especies empiezan a escasear por lo que hay que sospechar de su presencia en los cuerpos de agua cuando resulta difícil capturar mojarras, lobinas o truchas.
Aunque por su caparazón resulta difícil de pescar si se logra capturar hay que seguir las siguientes recomendaciones:
- Retirarlo del agua.
- Sacrificarlo.
- Avisar a las autoridades correspondientes sobre su captura.
- Mapear la zona donde encontró.
- Deshacerse del cuerpo en un área alejada del agua.
También conocido como plecos, el pez diablo fue detectado hace 30 años por primera vez en México, en el Río Mezcala (cuenca del Río Balsas).
Posteriormente, se registró en la cuenca del Río Grijalva, en Chiapas (municipio de Tecpatán), en varias localidades cercanas a Villahermosa (Tabasco), principalmente en el Río Usumacinta y sus vertientes, así como en la presa Infiernillo y en el Río Balsas.