Al ser Guadalupe parte de la ruta de la mariposa monarca, el municipio se integró a la iniciativa trinacional de conservación de la especie.
El alcalde Héctor García reafirmó el compromiso para lograr que el fenómeno migratorio llegue a buen fin, habilitando un santuario en el Parque Tolteca.
“Guadalupe se suma con orgullo a la iniciativa trinacional de Mi Municipio con la Monarca, reafirmando el papel como corredor ecológico en el noreste del país, donde estas mariposas encuentran refugio en el Río La Silla y en el emblemático Cerro de la Silla”, expresó el edil.
El compromiso, señaló García, es fortalecer la educación y cultura ambiental en escuelas y comunidades.
“También promover la siembra de árboles y plantas que favorezcan la polinización, así como fomentar la participación de niñas, niños y jóvenes en actividades de conservación”.
El alcalde destacó que Guadalupe será ejemplo claro de que cuando una ciudad protege la naturaleza, se engrandece a sí misma.
Las acciones a favor de la especie, que se ha visto afectada por el cambio climático, son aciertos para proteger el entorno, consideró Sergio Marines, representante de la organización Profauna, A.C.
¿Qué es la monarca?
La mariposa monarca es un insecto muy conocido en América del Norte por su impresionante migración de miles de kilómetros entre Canadá, Estados Unidos y el centro de México.
Este insecto, que se caracteriza por sus grandes alas de color naranja con venas negras y puntos blancos, se alimenta de néctar en su etapa adulta y de las hojas de la planta algodoncillo (Asclepias spp.) cuando es oruga.
Las mariposas monarca realizan una de las migraciones más largas y numerosas de cualquier insecto.
La generación que migra a México (llamada “Matusalén”) puede vivir hasta nueve meses, mientras que las generaciones que no migran viven solo alrededor de 1 mes.
En su etapa de oruga, su única fuente de alimento son las hojas del algodoncillo.
Las mariposas adultas se alimentan del néctar de las flores.
La monarca pasa por una metamorfosis completa, transformándose de huevo a oruga, luego a crisálida y finalmente a mariposa.
Se considera un símbolo de la salud de los ecosistemas, ya que su presencia indica un equilibrio ecológico.

