Nuevo León

Jornada laboral de 40 horas provocaría un panorama sombrío para la industria restaurantera de Nuevo León

El Estado cerrará el 2025 con un crecimiento estimado del 5% en el área de alimentos y bebidas pero aún falta ver qué ocurrirá en el panorama fiscal

Este año la recuperación de la industria fue del 5%.
Este año la recuperación de la industria fue del 5%. Foto IA

A pesar de que la industria restaurantera de Nuevo León cerrará el 2025 con un crecimiento estimado del 5%, el panorama para el 2026 es calificado de “sombrío”, a pesar de que el próximo año la entidad será sede del Mundial.

Uno de los factores que más preocupan al sector es la iniciativa de reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas, lo que representaría un incremento inmediato en los costos de operación.

“Especialmente para negocios que requieren personal continuo y complicaría la disponibilidad de mano de obra”, advirtió Kathia Guajardo Bosques, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac).

Destacó que la industria restaurantera de Nuevo León cerrará 2025 con un crecimiento estimado del 5%, impulsado por la recuperación del consumo y la actividad económica registrada durante el año.


Guajardo Bosques, explicó que el crecimiento alcanzado este año es resultado del esfuerzo acumulado de miles de negocios que se han mantenido de pie pese a los incrementos en costos operativos, la inflación en insumos y la competencia creciente.

Uno de los puntos que desalentaron al sector restaurantero eran las amenazas regulatorias y fiscales, como el alza del ISN que proponía el Gobierno del Estado en el Paquete Fiscal 2026.

Y aunque el Congreso aprobó el presupuesto para el próximo año, pero sin endeudamiento y sin aumento al impuesto aún prevalece la incertidumbre dado que el gobernador señaló que podría vetarlo.

Guajardo Bosques advirtió que estas medidas, de aprobarse o aplicarse sin diálogo real con el sector productivo, afectarían la competitividad del Estado, comprometería la operación de miles de pequeños negocios y podrían traducirse en despidos o en el cierre definitivo de unidades.

Una industria que sostiene miles de empleos

El sector restaurantero es uno de los pilares económicos de Nuevo León.

En la entidad, más de 68 mil empleados dependen de los restaurantes de forma directa, y miles más lo hacen de manera indirecta a través de proveedores, distribuidores, transportistas y productores locales.

“Hablar de los restaurantes no es hablar de mesas, platos o menús; es hablar de empleos, de familias y de movilidad económica. Cada incremento no consultado, cada nueva carga, termina impactando directamente en la plantilla laboral”, expresó la dirigente.

Llamado al diálogo y a la certidumbre

Guajardo Bosques subrayó que los restauranteros no se oponen al crecimiento económico ni a las mejoras laborales, pero sí requieren claridad, gradualidad y equilibrio para evitar consecuencias que terminen dañando la actividad económica del estado.

“Cerramos 2025 con trabajo, con crecimiento y con esfuerzo, pero 2026 se perfila como un año donde la falta de certidumbre podría frenar inversiones y poner en riesgo empleos. Nuestro llamado es simple: que se escuche al sector productivo”, afirmó.

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